Page 230 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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230  Rafael Ramón Castellanos



                 Ofrezco a V.S. otra vez la paz y reitero las promesas que antes le
                 he hecho en favor suyo y de sus tropas. 324
               Este agigantado Antonio José de Sucre le explica al general Francisco de
             Paula Santander lo que persigue en la campaña y recalca su fe en la más
             exacta norma de objetividad para el respeto de la voluntad de los pueblos:

               La expedición al Alto Perú —le escribe— es militarmente lo más fácil,
             pero política y diplomáticamente es un barullo...Esas Provincias son el ob-
             jeto de una gran cuestión: el Perú las quiere; del Río de la Plata las reclaman,
             y yo no sé qué hacer. Del Perú va la expedición aunque los libertadores son
             colombianos; pero sea como fuere, estos derechos de conquista no están
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             reconocidos por los libertadores.  Se ocupaba en una y otra faena, di-
             mensionando su particular inclinación a evitar la contienda, a mermarle

             oportunidad a la guerra. La carta que le dirige al doctor Casimiro Olañeta,
             sobrino del jefe español y sumado prontamente a las fuerzas patriotas, no
             puede ser más categórica. En dos párrafos expone su doctrina de liberalidad
             y sus fundamentos de diplomático, pero también deja correr la otra cara de
             la bondad, así:
                   Quizás el suceso de Cochabamba nos ahorrará la pena de usar
                 castigos que no deseamos, porque olvidaremos la injuria que se nos
                 hizo en la invasión de Puno, y sin abusar de nuestra situación ni
                 de las ventajas que nos da la misma ocurrencia de Cochabamba,
                 pensaremos sólo en recompensar a los que nos han servido. La ven-
                 ganza no es el sentimiento de las almas nobles entregadas a la gloria.
                 Con estos principios es que marcha el ejército libertador: para no
                 aventurar cosa alguna me acompañan 10.000 soldados, ellos fati-
                 garán esas provincias por su subsistencia y los recursos necesarios a
                 sostener un ejército; pero he declarado al general Olañeta que los
                 que se obstinan en prolongar esta guerra, pagarán con sus propie-


             [ 324 ]_ Archivo de Sucre. Tomo V, p. 107.

             [ 325 ]_ Ídem, p. 114.
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