Page 229 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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plomático por excelencia, es el resultado de la visión, la previsión y el tac-
to ejemplar de Sucre. Por su grandeza constituye un orgullo de la política
americana. No es la aplastante ley del vencedor sino la sagacidad del que
impone un nuevo orden para todos, incluyendo delicadezas típicamente di-
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plomáticas y previsiones administrativas muy útiles. La segunda cláusula
de las instrucciones de Sucre a Elizalde se concretaba a “que el Partido de
Tarapacá, incorporado al Alto Perú desde 1822, continuará perteneciéndo-
le, con cargo de incorporarse a la Provincia de Puno, como compensación
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al partido de Apolobamba”. El historiador boliviano Sabino Pinilla ano-
tó que es digna de tomarse en especial consideración esta acción
por cuanto ella muestra la altura y penetración de sus ideas
como organizador de la nacionalidad alto-peruana, adelantándose
a satisfacer una de las exigencias supremas en relación a los límites
territoriales, con previsión y sagacidad que casi la generalidad de
sus hijos no alcanzaba siquiera sospechar. Y esa actitud no fue
sólo acierto casual de las circunstancias, sino honda convicción
de su elevado espíritu, que conocía la necesidad, amparada por la
justicia, de colocar al Alto Perú con bastante acceso sobre el Océa-
no, porque con posteridad insistió en satisfacerla en un Tratado
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Internacional. Todavía va más allá el Mariscal patriota. El 26
de enero usa de nuevo su habilidad diplomática para convencer a
Olañeta de la oportunidad que todavía le presentaba para que se
sumase a la revolución americana. Le demuestra que Cochabam-
ba se ha pronunciado por la libertad y se ha incorporado al Ejér-
cito Libertador, por lo cual Me es agradable que esta ocurrencia
dé ocasión para mostrar a V.S. que nuestro agradecimiento a los
servicios que V.S. nos prestó en la última campaña es inalterable.
[ 321 ]_ VIDAURRE, Juan José.- La diplomacia. (En diario Presencia. La Paz, 6 de agosto
de 1975, p. 195).
[ 322 ]_ PINILLA, Op. Cit, p. 95.
[ 323 ]_ Ídem, p. 97.