Page 134 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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134  Rafael Ramón Castellanos



                   Por tanto queda entendido que dentro de 48 horas contadas
                 desde las nueve del día de hoy que se recibió el pliego de V.S. por
                 nuestro primer puesto, quedan rotas las hostili dades porque él no
                 podía comprometerse a esa ni a otra condición que esté fuera de
                 mis facultades. 187

               Pero admiremos la objetividad del diplomático y del guerrero que es
             Sucre en quien se conjuga la desequilibrada proporción entre dos térmi-
             nos, lo cual hace estremecer integralmente al contrincante. Al cumplirse
             las dichas 48 horas se dirige a Tolrá, de nuevo, así:
                   Nuestra carrera pública es trabajosa porque a veces el genio
                 del mal es superior al del bien. Vd. ha tenido que añadir condi-
                 ciones a nuestro convenio y yo tuve que pasar personalmente a
                 Guayaquil para aquietar el alarma que se levantó allí contra el
                 armisticio.
                   Al fin queda sin efecto el paso de beneficencia, pero queda
                 tranquilo mi corazón cuando he llenado mis deberes públicos...
                 Ni nuestra aptitud militar, ni mis facultades alcanzan a satisfacer
                 su solicitud, porque sería lo mismo que exigirle yo que durante
                 nuestra tregua, no pudiera venir de España, buque, expedición,
                 ni apresto militar contra Colombia, lo cual no podría convenir-
                 se sino entre los Supremos Jefes de los Gobiernos: ni puedo salir
                 de mis facultades, ni quiero obrar de mala fe. 188

               El coronel Tolrá rectificó su postura y devolvió los pliegos tal y como
             se habían concebido por lo que el Tratado entró en vigencia sin dilación
             y sin ningún tropiezo. Así transcurren los días con la maravillosa incor-
             poración de los batallones peruanos Piura y Trujillo para la Campaña de
             Quito. La movilización del enemigo se iba acentuando y la ruptura de la
             tregua fue considerada ya como un hecho, que movió al general Sucre a



             [ 187 ]_ Ibídem.

             [ 188 ]_ Ídem, p. 478.
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