Page 87 - Guanipa-Endenantico
P. 87

Earle Herrera














            EL BURRO SUBVERSIVO


            Alguien o algo que va todos los días al liceo no debería ser lla-

            mado burro, pero así denominaban al largo tracto-camión que
            nos llevaba todos los días al “Briceño Méndez”. Se trataba de
            un chuto que en vez de una plataforma de gandola, remolcaba
            una especie de autobús. Ignoro por qué le pusieron ese nom-
            bre asnal al transporte de liceístas, pues por esta, les juro que

            entre sus jóvenes pasajeros había muchas lumbreras, “cráneos”
            y “cerebritos”. No serían un Consejo de Sabios Griegos, vamos,
            pero tampoco un atajo de limitados, bien lejos.  Si había uno

            que otro u otra taparita, valga el lugar común, era la excepción
            que confirma la regla. ¡Tremenda frase!

                  El transporte fue una conquista que los trabajadores

            petroleros de la Mene Grande Oil Company de San Tomé lo-
            graron para sus hijos. Una vez que estos concluían la primaria,
            debían proseguir la secundaria en el Liceo Briceño Méndez
            de El Tigre, separado por unos 15 kilómetros. Entre ambos
            pueblos estaba El Tigrito, de modo que para pasar por allí

            sin problema, El Burro debía recoger a los muchachos que
            estudiaban en el mismo liceo, pues no existía otro por allí. El
            chuto con su valioso cargamento, disculpen la modestia con


                                        87
   82   83   84   85   86   87   88   89   90   91   92