Page 85 - Guanipa-Endenantico
P. 85
Earle Herrera
anfitrión. Tráigase a un general de División como Velásquez
Rojas, Rojita, y a un filósofo y economista como Emeterio
Gómez. Llegue con un compositor como Enrique Hidalgo y
un cantor como Gualberto Ibarreto. Acompáñese de la nove-
lista Milagro Mata Gil y del exgrande liga Enzo Hernández. Y
ponga usted el “etcétera”, tan infinito como los horizontes de
Anzoátegui, de la Mesa de Guanipa, de El Tigre, esta ciudad
que una vez apenas fue la Oficina N° 1 que inspiró al paisano
barcelonés Miguel Otero Silva.
El Liceo Briceño Méndez, entonces cincuentenario y
cincuentón, es patente ejemplo, desde la provincia olvidada,
de lo que fue y puede y debe volver a ser la educación pública
en Venezuela. No solo forjador de profesionales, sino cantera
de atletas y deportistas de nivel internacional. Y casa de inte-
lectuales y artistas prestigiosos. No han dejado de afectarlo los
avatares de las crisis, pero siempre sale adelante. Esta crónica,
con el perdón de mis lectores, la he escrito con el corazón,
como si lo hiciera en un antiguo pupitre de mi adolescencia
briceñomendina. Qué más da, cuando nos han dado todo.
85