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Earle Herrera

sector como la consolidación de la política de pacificación. Sería la
antesala de las políticas neoliberales que las grandes potencias, el

Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial impondrían a
sangre y fuego a los países del tercer mundo. No por casualidad los
subsiguientes años 80 fueron bautizados como la “década perdida”
para América Latina. En Venezuela, cerró el decenio con el sacudón

de 1989, con miles de heridos y cientos de muertos y desaparecidos.

La década de 1990 sería escenario de dos rebeliones milita-
res y, en 1998, del colapso definitivo del llamado Pacto de Puntofijo.

El triunfo de la Revolución Bolivariana trae consigo la aprobación,
en referéndum popular, de una nueva Carta Magna, con el fin de
refundar la República. El siglo XXI, transcurrido su primer año,
estalla en 2002 con un golpe de Estado; la caída y la restitución del

Presidente constitucional, Hugo Chávez Frías, en apenas 48 horas
y, luego, transcurridos unos meses, el lanzamiento de una huelga
y sabotaje petrolero que se proyecta hasta 2003.

A grandes zancos, ese ha sido el devenir histórico en que
han transcurrido las seis décadas que cumple en 2009 el Liceo
Briceño Méndez. En medio de los altibajos políticos, de las luchas
de sus estudiantes, de los movimientos que han conmocionado

la vida del país, el liceo ha mantenido su labor pedagógica de for-
mación de las nuevas generaciones; nada ha detenido su trabajo
de extensión que lo vincula en forma permanente con el pueblo
y sigue siendo faro en el desarrollo cultural de El Tigre, del estado

Anzoátegui y del país.

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