Page 357 - Fricción y realidad en el Caracazo
P. 357
earle herrera
—Lo sucedido esa semana del 89 fue tan trágico, trau-
mático, novedoso y violento que tocó por igual a todos los
estratos de la sociedad. Durante mucho tiempo fue el tema
de conversación de los venezolanos de todas las clases so-
ciales. Los intelectuales no podían escapar a ese trauma,
pues la naturaleza de los hechos obligaba a reflexionar oral-
mente o por escrito sobre tan nefastos acontecimientos.
—De igual modo, ¿por qué los periodistas se sal-
taron los esquemas del periodismo objetivo y buscaron
recursos expresivos en la literatura?
—En mayor o menor medida, los géneros literarios
siempre han estado imbricados con el trabajo del perio-
dismo escrito. Esta oportunidad no iba a ser la excepción,
más aún cuando la fuerza de lo acontecido demandaba que
esos hechos fueran narrados «con el corazón en la mano».
—Lo que escriben los periodistas, fenece al día si-
guiente. Sin embargo, muchos de tus trabajos, como
los de varios colegas tuyos sobre el Caracazo, se convir-
tieron en libros y, así, permanecieron en el tiempo. Na-
cieron como géneros periodísticos y hoy son bibliografía
para quienes investigan sobre aquellos días. ¿Por qué
saltaron al libro y trascendieron lo efímero noticioso?
—Fue una decisión de El Nacional recopilar en un
libro los reportajes y crónicas que ellos consideraron más
representativos de los sucesos de febrero del 89. La selec-
ción la hizo el equipo editorial designado para esa tarea.
Se trataba de dejar constancia de unos hechos que pasa-
rían a la historia de Venezuela. De allí nació el libro El
día que bajaron los cerros. El otro texto, titulado Cuando
la muerte tomó las calles no es una recopilación de trabajos
publicados, sino una serie de escritos encargados a varios
periodistas específicamente para ese libro.
357