Page 175 - Fricción y realidad en el Caracazo
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CALMA TENSA
(Crónica)
armando josé sequera
Pasada la primera semana del Caracazo, el país inició su lenta
marcha hacia la normalidad. La ciudad capital en tregaba a
los reporteros gráficos y a los camarógrafos de la televisión
nacional y extranjera sus imágenes desoladoras de «fin de
guerra»: la basura en las calles, estanterías vacías de casas
comerciales, cauchos a medio quemar, todavía humeantes;
poca gente en lugares otrora concurridos, las piedras de las
batallas, cilindros de bombas lacrimógenas, cartuchos de es-
copeta, perros realengos y asustados, vehículos policiales pa-
trullando la soledad. Hora de mea culpa, reflexión y análisis.
Sociólogos, psicólogos, antropólogos, psiquiatras e his-
toriadores sustituyeron —por poco tiempo, por cierto—
a los conductores de talk shows en los estudios de televisión
para tratar de analizar y explicar lo que ocurrió, sus causas,
antecedentes históricos y posibles consecuencias. Todavía la
dirigencia política, desaparecida durante los días de la vio-
lencia, no había tomado el aire necesario para su reaparición
en escena. Los especialistas de las ciencias sociales recu-
rrieron al ensayo publicado en diarios y revistas para en-
tregar sus primeras apreciaciones sobre los acontecimientos.
El psicólogo y profesor universitario José María Cadenas,
exdecano de la facultad de Humanidades y Educación de
la la Universidad Central de Venezuela, realizó una inves-
tigación iniciada casi al terminar la revuelta popular. Fue el
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