Page 176 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo
primer trabajo orgánico sobre los efectos que en un sector
de la población provocaron aquellos hechos. Su título: El 27
de febrero contado por niños y adolescentes. De este libro repro-
ducimos, páginas atrás, el testimonio de una maestra, Bea-
triz Andrade Páez, en el que relata los cambios que en sus
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alumnos de preescolar provocó el Caracazo .
El sentido relato de esta educadora revela lo que no
aparece en las gráficas periodísticas ni en las cámaras de
televisión. El impacto psicológico que en los niños ve-
nezolanos dejaron la revuelta y los saqueos; los cambios
en la conducta y en las costumbres que generó. Por la vía
de la observación y de su sensibilidad artística, el perio-
dista, cuentista y novelista Armando José Sequera aborda
y plasma este aspecto del problema. Su columna en El
Diario de Caracas tenía un nombre que parecería, hoy, pre-
monitorio: «Crónicas de la desesperación urbana». Su en-
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trega del 28 de marzo de 1989 la tituló «Calma tensa» ,
un lugar común que, por la atmósfera que se respiraba
aquellos días, superaba el desgaste de los lugares comunes.
Cuando el lenguaje perdía capacidad para expresar la rea-
lidad, las palabras más humildes recobraban su dignidad.
A vocablos y frases mermados por el uso y abuso, los he-
chos les insuflaron vida expresiva. Asistimos a una como
resurrección de las palabras muertas.
Sequera, cuya obra narrativa ha explorado los vericuetos
de la literatura fantástica, ponía sus ojos en la cotidianidad
y su mirada penetraba más allá de lo tangible, en la rea-
lidad espiritual de la ciudad, menos perceptible pero sin
duda más reveladora de los efectos del huracán social que
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Véase supra, pp. 94 y 95.
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Armando José Sequera, «Crónica de la desesperación urbana»,
en: El Diario de Caracas, 1989, p. 8.
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