Page 132 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo
y cuadros. Revela también el trabajo de Cadenas que ese
27 de febrero, estremeció y motivó la escritura de muchos
profesionales de las distintas disciplinas y ciencias sociales.
A esa motivación no iba a permanecer ajena la litera-
tura, mucho menos en un país de América Latina donde
las letras y la realidad se nutren y se relatan entre sí desde
los tiempos fundacionales de las crónicas de Indias. Así si-
guió siendo en los escritos costumbristas, en la novela de la
tierra, en las expresiones del realismo mágico y, cómo no,
de lo real maravilloso americano de las que ya nos hablara
Alejo Carpentier en El reino de este mundo (1966). Literatura
y realidad se volvieron a nutrir y a condicionarse —o si se
quiere, a influirse— durante los violentos años de la década
1960-1970. Y luego de un período de ensimismamiento li-
terario, el estallido popular de 1989 —el Caracazo— sacó
a los escritores de sus búsquedas formales, estremeció sus
conciencias y reclamó su atención. La historia de estos días,
más allá de las noticias, había que plasmarla y contarla. El
Papel Literario del diario El Nacional (7 de marzo de 1989)
invitó a un grupo de literatos a escribir sobre el suceso en
caliente, interesante experiencia común y corriente en otros
países (sobre todo en Estados Unidos), pero inusual en Ve-
nezuela. Los escritores, a diferencia del periodista, se toman
su tiempo para llevar al lenguaje o a la ficción narrativa los
hechos inmediatos de los que forman parte. Prefieren dis-
tanciarse un tanto de ellos, dejarlos decantarse, para luego
reconstruirlos verbalmente. Sin embargo, en esta opor-
tunidad, la intensidad y lo sorpresivo de aquel fenómeno
social y la forma en que se expandió por todo el país, los im-
pulsó a aceptar la invitación del diario. Lo asumieron como
una responsabilidad social y ofrecieron, literariamente, su
versión (o su visión) de los acontecimientos.
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