Page 125 - El cantar del Catatumbo
P. 125
EL ARPA DE AGUA
Seguimos rumbo a Cantón por el llano alto junto al
Pedemonte. Esta vez nos acompañan Arnaldo Erazo,
novelista, y Jesús Erazo. Hacia el horizonte se abre la
llanura crespa de arboledas. Todo este camino será como
recorrer el cordaje de un arpa. Cada cuerda un río,
tatuando de agua la desmesura venezolana.
Transcurrimos entre unas fincas prolijitas hasta
dar con el río Paguey, embelesado y verde. Cerca, en
Corbatí, se guardan petroglifos y túmulos funerarios
de caquetíos y jirajaras, hasta que arribamos al pie de
monte donde el Ande se alza en leves colinas de pesebre.
El camino que transcurre entre tecas anhelosas y
cansadas, mangos y cambures, nos lleva al esmeralda
río Caraguá, y ahí no más nos topamos con el río La
Acequia que se abre paso, gozoso, bajo las altas sombras
de los caimitos, entre los bambúes y los rabos de rata.
124