Page 51 - El Estado Docente
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ción de los patronos, la del Estado y la de los trabajadores y conci-
be el aporte de los empresarios como una obligación que emerge de
las relaciones de la empresa con sus trabajadores y de la situación
en que éstos se encuentran colocados. El INCE se ocupa de la alfa-
betización de los obreros y campesinos analfabetos y de su poste-
rior inclusión en programas de entrenamiento a fin de disponer de
mano de obra mejor y con ello de mayor y mejor producción.
En los países subdesarrollados de América Latina donde no
existen las escuelas técnicas necesarias, esta forma de entrena-
miento en servicio, rinde beneficios inapreciables. Por ello fue
aprobado en la Sexta Conferencia Interamericana de Educación,
celebrada en Washington en 1958, como un prerrequisito del desa-
rrollo y de su adecuado planeamiento.
La experiencia adquirida en los tres países señalados y en otros
de la zona que posteriormente organizaron servicios de aprendiza-
je técnico, está indicando un camino, que no es el de las tradiciona-
les formas de la educación técnica, pero que las sustituye con éxito.
Este éxito es su justificación.
Advertía Karl Mannheim, que no se puede reparar el tren en
marcha, pero la necesidad obliga a los pueblos que inician su pro-
ceso de desarrollo a reparar los desperfectos y a superar las defi-
ciencias en la marcha, porque para desarrollarse no pueden esperar
a que las escuelas les preparen trabajadores expertos, y echan mano
de lo que tienen y lo habilitan mientras sirven.
En Venezuela también se ha puesto en marcha una Fundación
para el Desarrollo Comunal y los organismos encargados oficial-
mente de la educación de adultos sostienen un sistema de escuelas
de continuación, donde los adultos pueden completar su educación
primaria y adquirir algunas técnicas fáciles para mejorar su trabajo
y sus condiciones de vida.
BIBLIOTECA AYACUCHO 25