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62 Ecosocialismo l Andrés Bansart
con la praxis. Todavía nos está enseñando los caminos de la Revolu-
ción, una Revolución profundamente humanista.
Mientras tanto, durante la segunda mitad del siglo XIX y todo el
siglo XX, los Derechos del Hombre siguieron siendo todavía ideales
muy lejos de concretarse. Hubo progreso en ciertos aspectos, pero
la mayoría de la gente siguió teniendo una vida precaria en el
mundo (hasta en la misma Europa, la cual había saqueado riquezas
en el resto del planeta).
El siglo XX fue uno de los más terribles de la historia de la huma-
nidad con tres guerras mundiales que los verdaderos socialistas
europeos no querían, pero que no pudieron impedir. Se trató de
guerras entre economías capitalistas que querían ser hegemónicas.
La Primera Guerra Mundial dio la hegemonía a los Estados Unidos,
la Segunda le permitió reforzar ésta y la Guerra fría doblegó a la
Unión Soviética e hizo creer a los Estados Unidos que habían logrado
crear un mundo unipolar. Pero su imperio no duró casi nada.
Además de estas tres guerras mundiales, hay que agregar el colo-
nialismo en sí mismo y un sinnúmero guerras coloniales europeas en
Indochina, Argelia y otras partes del planeta. Al finalizar la guerra de
los franceses en Indochina, los norteamericanos tomaron el relevo
y se desencadenó allí, en el sureste asiático, la guerra de Vietnam.
Siempre en relación con el irrespeto a los Derechos Humanos, no
se puede olvidar los incalculables golpes de Estado fomentados y
promovidos por los Estados Unidos en Nuestra América.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos
habían llevado la guerra a Corea y Vietnam. Después de la Guerra
Fría —que podríamos llamar Tercera Guerra Mundial—, la llevaron
dos veces hacia Irak; el ataque a lo que fue Mesopotamia, la cuna
y el cruce de camino de numerosas civilizaciones durante varios
milenios. Los norteamericanos desembarcaron allí como salvajes
y, además de las vidas humanas sacrificadas, saquearon los museos
de Bagdad y destrozaron una parte importantísima de la memoria
de la humanidad. Ahora, se venden objetos milenarios, patrimonio
de la humanidad, en diferentes partes del mundo. ¡Se venden! Todo
se vende y se compra en el mundo capitalista: las obras de arte,