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Los derechos humanos en el derecho internacional 61
praxis revolucionarias. Todos conocemos o deberíamos conocer las
reflexiones de Simón Bolívar y otros actores de esta gesta inmensa.
Las ideas emitidas por Simón Bolívar y otras reflexiones contem-
poráneas siguen vigentes, pero deben ser interpretadas en relación
con la realidad de la época (principios del siglo XIX) y aclaradas en
función de la evolución posterior a su escritura (hay que aprender
correctamente las lecciones de la Historia). Bolívar murió en 1830.
De este modo, no conoció el capitalismo moderno y, por lo tanto, no
pudo haber opinado al respecto. Ni conoció las obras de Marx como
El Capital cuyo primer tomo fue publicado en 1867 y los dos otros,
después de la muerte de su autor, respectivamente en 1885 y 1894.
(En cuanto al conocimiento que Marx tuvo de Bolívar, se sabe
que fue completamente erróneo, ya que escribió un lamentable
artículo para cobrar un sueldo, sin consultar fuentes serias).
Tampoco Simón Bolívar hubiera podido leer la obra La Riqueza
de las Naciones del escocés Adam Smith, considerado como el
fundador intelectual del capitalismo, ya que esta obra fue publi-
cada en 1876. Como se dice, “No hay que pedir peras al olmo” . Se
debe situar claramente a los actores de la historia en sus respec-
tivos contextos. Simón Rodríguez (1769-1853), por ejemplo, pudo
observar la evolución de las Américas todavía durante veintitrés
años después de la muerte de Simón Bolívar en 1830.
Simón Rodríguez había vivido muchos años en Europa. Conoció
pues las ideas que circulaban allí entre 1801 y 1823, como los conte-
nidos de la Carta de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
Pero vio en Europa cómo estos fueron pisoteados y, después, vio cómo
fueron pisoteados en Nuestra América los ideales e ideas de Simón
Bolívar. Pudo observar, vivir y analizar la evolución de las Américas
durante treinta años entre su regreso de Europa y su propia muerte.
Muchas reflexiones, que se pueden leer en las obras de Simón
Rodríguez, no tienen nada que envidiar a los análisis de Marx.
Eran contemporáneos, no se conocieron, ni leyeron sus respec-
tivos libros, pero podemos observar que los ideales de los Derechos
Humanos (tal como los entendemos nosotros) ya se encontraban en
sus obras. Si Marx era un teórico, Rodríguez, él, relacionó la teoría