Page 139 - Ecosocialismo
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138   Ecosocialismo  l    Andrés Bansart



          abandonados a quienes nacieron de ella? No estamos haciendo
          poesía —como dirían algunos—, lo que dijimos no son metáforas,
          es la verdad.
             De este modo, la Tierra (escribimos la palabra con mayúscula
          e infinito respeto) es nuestra madre, la madre de todos. Venimos
          de ella y a ella regresaremos. Es ella quien nos alimenta y nadie
          —ni individuos ni grupos y menos aún si son extranjeros— pueden
          invadirla, apropiarse de ella y explotarla, explotando al mismo
          tiempo a sus hijos, como lo han hecho durante varios siglos.
             El  ecosocialismo  es  interpelado  particularmente  por  este
          problema de la tierra, de la naturaleza de la cual formamos parte,
          de esta tierra que nos da de comer, que nos da la vida. La cuestión
          del agua está muy vinculada con el problema de la Tierra. Por esta
          razón, pusimos bajo un mismo título ambos Derechos: el Derecho a
          la tierra y el Derecho al agua que la fertiliza.
             América del Sur es una región privilegiada desde este punto de
          vista. Cuenta con una oferta de agua dulce entre las más abundantes
          del planeta (dispone de cerca de unos 50.000 m  per cápita al año).
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          Tres cuencas hidrográficas inmensas se encuentran en América
          del Sur: la del Orinoco y dos de las cinco más grandes del planeta, la
          del Amazonas y la del Paraná-La Plata. Además posee numerosas
          cuencas a lo largo de la Cordillera de los Andes que, si bien no son
          tan voluminosas vistas individualmente, constituyen un inmenso
          sistema hidrográfico que sustenta no sólo a los millones de habi-
          tantes andinos, sino también a quienes habitan aguas abajo en las
          diferentes vertientes.
             Todo lo anterior representa claramente una ventaja compara-
          tiva para los países de la región, pues el agua, al igual que la energía,
          es factor fundamental para el desarrollo. De hecho, con tan alta
          disponibilidad del líquido vital, pareciera que los países surameri-
          canos no deberían tener dificultades en garantizar un acceso de la
          población al agua potable y al saneamiento.
             Sin embargo, si bien en términos generales no existen las
          severas restricciones que conocen otras regiones del mundo, es
          importante llamar la atención sobre la problemática suramericana.
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