Page 16 - Desarrollo de la Guerra Social y el papel de Bolívar
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Colección
Herederos de Bolívar
larse contra los que hasta ese momento habían sido sus jefes natura-
les. Con una ingenuidad suicida, que se ha producido muchas veces en
la historia, creyeron que las masas no tenían ideas ni sentimientos ni
fuerza; creyeron que las masas seguirían ciegamente lo que ellos dije-
ran. Hasta un líder tan excepcional como Simón Bolívar fue incapaz de
atribuirle, en los primeros tiempos, capacidad de decisión a la masa,
porque la capacidad de decisión de la masa reside en un caudillo, en el
que la dirige, y Bolívar no alcanzó a ver ese caudillo sino después de
la primera batalla de La Puerta. Fue esa batalla la que le hizo abrir los
ojos y ver que Boves era el jefe de la guerra social, y que a su lado, los
jefes realistas con carácter oficial, como Cajigal y Ceballos, no repre-
sentaban sino una abstracción.
Al comenzar la guerra social, los robos eran más que los crímenes;
y el propio Bolívar, que necesariamente, por razones de utilidad polí-
tica, debía exagerar la actuación de sus enemigos, habló poco de ase-
sinatos y torturas y mucho de exacciones y despojos cuando escribió
sobre los sucesos de 1812. En septiembre de 1813, cuando ya era Li-
bertador de Venezuela, escribiendo desde Valencia — es decir, en el
propio terreno de los hechos— sobre los días en que la capitulación
de Miranda entregó el poder a Monteverde, decía que “partidas de
isleños, catalanes y otros europeos” comenzaron a prender a los crio-
llos. Refería:
“Viéronse los hombres más condecorados del tiempo de
la República arrancados del seno de sus mujeres, hijos y
familias en el silencio de la noche; atados a las colas de los
caballos de los tenderos, bodegueros y gente de la más
soez: conducidos con ignominia a las cárceles: llevados a
pie unos y otros en enjalmas amarrados de pies y manos
hasta las bóvedas de La Guaira y Puerto Cabello: encerra-
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