Page 146 - Marx Populi
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14- ¿Sueñan los proletarios con
revoluciones eléctricas?
Las visiones del marxismo que partieron de la idea de necesidad histórica,
que pusieron el eje en el desarrollo de las fuerzas productivas y en las relaciones
materiales y técnicas, dieron lugar a un tipo de determinismo tecnológico y a
una serie de derivas productivistas. Concretamente, a un “socialismo producti-
vista” que consideró la subsunción real de la vida al capital como “evolución”,
“desarrollo”, o “progreso”.
Así, desde el marxismo, se planteó que el crecimiento de las fuerzas
productivas, en particular el desarrollo de la gran industria, por sí misma
tornaría superfluas a las clases explotadoras y contribuiría de modo decisivo
al proceso de vinculación entre los intelectuales y la clase obrera. La gran
producción maquinizada se consideró como la forma más “progresista” de
la economía y el papel histórico-universal de la clase obrera, sus funciones
rectoras revolucionarias, se fundamentó centralmente a partir de su inser-
ción en ese ámbito.
De esta manera, el comunismo se fue delineando como un sistema en el
cual las fuerzas productivas podían desarrollarse al inf nito, sin límites internos.
En el mismo sentido burdo y determinista, estas visiones del marxismo
concibieron a la conciencia prácticamente como una derivación del desarrollo
de las fuerzas productivas y el cambio en las relaciones de propiedad. El rol
vanguardista de los trabajadores (por lo general las trabajadoras no eran muy
consideradas) en la lucha antiimperialista y anticapitalista se asoció, muchas
veces de manera unilateral, a su nivel de calif cación.
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