Page 42 - Manuel Piar reivindicación histórica de un prócer
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Omar Hurtado Rayugsen


               cristianamente. En favor de ello podemos argumentar que
               el 28 de abril de 1774 fue bautizado, según acta certifica-
               da por el Archivo Nacional de Holanda; el 8 de octubre
               de 1817 declaró ser católico, apostólico y romano; y en
               vida fue una descollante figura militar de la independen-
               cia, cuya alta jerarquía militar, prestigio y altos honores
               ganados en el campo de batalla, el último precisamente en
               Guayana, le calificaban según los códigos morales como
               una persona decente y socialmente importante; merece-
               dor de un enterramiento digno y honroso. Sin embargo,
               el general en jefe Manuel Piar, según los códigos cristia-
               nos, “violó” el principio de “obrar bien hasta la muerte”;
               motivo por el cual, fue excomulgado de la Iglesia católica
               a la que había pertenecido desde niño, y por ello, fue “cas-
               tigado” al momento de morir, negándole honras fúnebres
               conforme los dictados del Ritual Romano y el Sacramental
               Católico de Exequias vigentes en 1817.




               Manuel Piar, Libertador de Guayana


                  El interesante conversatorio sostenido con la histo-
               riadora Hildelisa Cabello Requena sobre su libro donde
               analiza el destino de los restos mortales del general en jefe
               Manuel Piar, nos permitió tambien explorar su opinión
               sobre la insigne figura del prócer, su obra, su presencia en
               Guayana, y su tardío ingreso al Panteón Nacional.








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