Page 96 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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importante en Venezuela. A los pocos días el capitán general de la Costa
Firme, Francisco Tomás Morales, y sus oficiales se rinden en Maracaibo
y diez días después con sus tropas se embarcan para Cuba.
Pero aun luego de esto, tiene lugar todavía un necesario epílogo: el
9 de noviembre de 1823 el general Páez ataca y somete la fortaleza de
Puerto Cabello que era el último reducto de la corona española en Ve-
nezuela. Sin duda, recordaban los oficiales españoles el último concejo
que había dado Pablo Morillo a su sucesor antes de marchar a España:
mantener por todos los medios hasta el final a Puerto Cabello.
La acción final de la guerra de Independencia, fue como lo habían
previsto con antelación los dos grandes Libertadores Bolívar y San Mar-
tín, la campaña del Perú con su brillante cierre la Batalla de Ayacucho el
9 de diciembre de 1824. El ejército que comandaba el general Antonio
José de Sucre era una formación militar en toda la regla: cuatro divisio-
nes con 11 batallones y dos regimientos de caballería. Una fuerza diri-
gida por competentes y experimentados oficiales. Ejército bien armado
y decorosamente vestido: una muestra de las armas que la República de
Colombia había construido.
Las observaciones del presente artículo necesariamente concebidas en
plan de síntesis no han pretendido abordar la historia de la República
de Colombia 1819-1830, sino relievar el cumplimiento de dos misio-
nes históricas: la conquista de la Independencia en una vasta región
de América y la colocación en el plano mundial del reconocimiento
de América Latina. Con respecto al segundo aspecto, se referirán los
párrafos que vienen.
Si bien el gobierno de la República de Colombia daba al reconoci-
miento diplomático de las nuevas repúblicas por parte de Gran Bretaña
y los Estados Unidos una gran importancia, los primeros pasos de ma-
nera sistemática se dirigieron hacia los otros estados hispanoamericanos: