Page 98 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
P. 98
96 Medófilo Medina
de reconocer a las repúblicas hispanoamericanas. El momento de esta
decisión en lo inmediato se explica por el término de la negociación
con España sobre la adquisición de la Florida. Los tratados sobre esta
cuestión se habían ratificado el 22 de febrero de 1822.
Por su parte, Gran Bretaña tardaría años después de las victorias de
los patriotas sobre España para manifestarse sobre el reconocimiento.
Había consideraciones de política interior para los gobiernos: los libera-
les republicanos debían ser reprimidos y también pesaban los compro-
misos que Inglaterra había contraído como miembro de la Santa Alian-
za. En los círculos liberales estaban los admiradores del movimiento por
la Independencia en América. El primer representante diplomático de
Colombia sería recibido en Londres solo hasta 1825.
Muy pronto, después de la victoria de las armas republicanas en
la Batalla del Puente de Boyacá, Francisco Antonio Zea había sido
enviado como embajador volante de Colombia en Europa con el fin
de que buscara el reconocimiento de los países europeos. No era la
única función que Zea debía cumplir. También tenía que ocuparse
de la compra de armas, el enganche de militares para el Ejército de
la Colombia y la búsqueda de recursos financieros para la República
de Colombia. Decidió comenzar su misión en Londres. Allí, el mi-
nistro británico Castlereagh se negó a recibirlo como diplomático,
pero en forma privada mantuvo conversaciones con él para expresarle
con claridad que Inglaterra buscaba la instalación de monarquías en
Hispanoamérica. De momento, el reconocimiento de la República de
Colombia quedaba aplazado. Pero ya en 1822 el gobierno británico
había decidido recibir en sus puertos a barcos de bandera colombiana.
Holanda adoptó la misma medida.
En 1822, el embajador Zea publicó un documento altivo que des-
pertó la extrañeza en los gobiernos europeos: el Manifiesto advertía