Page 208 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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necesarios aprendizajes de la experiencia reciente, y reactualizar el
trazo de un nuevo proyecto emancipador:
1. Superar la matriz productiva que impuso en Nuestra América
el capitalismo dependiente. Resignarse al lugar de proveedores de
bienes primarios al que condena a nuestros pueblos la división mun-
dial del trabajo constituye un límite insoslayable para las economías
latinoamericanas. La justificación del extractivismo como sostén casi
excluyente de los modelos de desarrollo reforzó la centralidad de
las multinacionales y sus megaproyectos en las economías de la re-
gión, provocando fuertes tensiones con movimientos ambientalistas
y pueblos que habitan los territorios en conflicto (caso emblemático,
Ecuador). Consideramos que esa ha sido una gran falencia de los
gobiernos que, en algunos casos no sin cierto cinismo, enmascararon
sus decisiones contrarias a las comunidades con una retórica “pa-
chamámica”. La reelaboración de un paradigma emancipador debe-
rá modificar la relación sociedad-naturaleza en clave ecosocialista;
promocionar un modo de producción y reproducción de la vida que
desafíe los roles globales de subordinación dependiente y opte deci-
didamente por el respeto a la naturaleza y a los pueblos que habitan y
defienden territorios ansiados por la voracidad del gran capital.
2. Mandar obedeciendo, construir poder popular. Un paradigma que
sirva de reimpulso a las izquierdas y movimientos populares en Nuestra
América debe tener su anclaje esencial en las construcciones de base
y adoptar formas de democracia directa que garanticen un verdadero
ejercicio del poder por parte del pueblo. En sus discursos, los gobiernos
progresistas han abusado de nociones como “empoderamiento” o “go-
bierno popular”, al punto de vaciarlas de contenido. Concebir al pueblo
y sus instancias de participación como meros apoyos a determinada
gestión es una limitante que traiciona cualquier intención emancipado-
ra. Retomamos una noción de poder popular como “medio y camino
para la liberación, como fin último, deseo y proyecto” . Los gobiernos
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que desalentaron la defensa de las conquistas en las calles, que neutra-
lizaron la capacidad de lucha, generaron una realidad social y política
aquietada, en algunos casos abiertamente desmovilizada, lo que les res-
tó fuerza en sus momentos más delicados. Como contrapunto, quienes
incentivaron a los sectores populares a demostrar constantemente su
fuerza en el espacio público, han logrado derrotar así varios intentos des-
estabilizadores. Movilización, autoorganización, dinámicas del mandar
5. Mazzeo, Miguel. El sueño de una cosa (introducción al poder popular), editorial El Colectivo,
Buenos Aires, 2007.
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