Page 204 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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ir por más. En ese sentido, el análisis de “lo que fue” tiene por objeti-
vo alumbrar lo que será.
Para ello nos proponemos una mirada global, ya que comprender
los alcances y límites de este ciclo implica indagar en sus factores de
origen, su proyección más allá de las fronteras y sus decisiones de
desarrollo. Pero, a la vez, una mirada que sepa diferenciar procesos al
interior del bloque de gobiernos en cuestión: la generalización como
ciclo progresista, si bien válida y necesaria a los fines de referencia
sintética que defina al conjunto, suele ser injusta –e incluso contra-
producente– a la hora de hacer valoraciones y extraer conclusiones
cuando se pretende homogeneizarlo.
Buscaremos desarrollar ideas que ayuden a responder las pregun-
tas: ¿Qué concluye con las crisis y los reveses del último tiempo, qué
se proyecta como continuidad y qué es necesario descartar de ese
bagaje para, por el contrario, “inventar” hacia adelante con la inten-
ción de no volver a “errar”? ¿Cuáles podrían ser los tópicos de un pa-
radigma renovado para la izquierda continental que permita recrear
un horizonte emancipatorio?
Ciclo
Coincidimos con el análisis, expresado en algunos de los artículos
de este libro, de que una nueva etapa política en América Latina se
inauguró a partir de las luchas sociales de resistencia al neoliberalis-
mo antes que con la emergencia de los gobiernos pos-neoliberales .
1
La relación entre esas luchas (que en algunos casos tomaron forma
de verdaderas insurrecciones populares, más o menos organizadas)
y los gobiernos que emergieron en sus nombres, no es sin embargo
una relación lineal o mecánica.
En algunos países, unos y otros eventos (luchas sociales / gobiernos
pos-neoliberales) siguieron la misma dinámica que marcó el chavis-
mo en Venezuela, que se propuso como alternativa al desgobierno
neoliberal diez años después del Caracazo de 1989; lógicas simila-
res se dieron tras los levantamientos en Bolivia, Argentina o Ecuador.
Otros gobiernos se sumaron al ciclo de cambios tras procesos más
pacientes y menos coyunturales de gestación: sucedió en Uruguay
con el Frente Amplio (fundado en 1971), en Brasil con el PT (surgido
1. Referencias a las luchas populares que precedieron a los gobiernos del ciclo progresista
pueden encontrarse en artículos de este libro, como el de Hernán Vargas, “Aportes para
el balance y perspectivas del movimiento popular en el período actual”, pág. 81; Isabel
Rauber, “Latinoamérica: ¿fin de ciclo o nuevo tiempo político?”, pág. 25; y Sebastián Qui-
roga, “Los progresismos en América Latina: parte de un ciclo largo de lucha que excede
a los gobiernos (y a los países)”, pág. 95.
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