Page 199 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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Nadie puede ni podrá imponerle a Cuba cambios que no sean
              los que las cubanas y los cubanos quieran darse con libertad, en
              el ejercicio de su cultura, sus intereses, sus ideales, sus proyectos
              y su soberanía.
                No podemos separar las respuestas a la política imperialista de las
              acciones dirigidas a defender y profundizar nuestro socialismo: en
              realidad, estas últimas serán lo decisivo. La sociedad pasa al cen-
              tro del combate político, y ella necesita que entre todos hagamos
              política social, y hagamos política. Un requisito básico será la activa-
              ción de muchos medios organizados que no están siendo eficaces ni
              atractivos, y la creación de nuevos espacios y mecanismos para fo-
              mentar la actuación y la creatividad populares. Son innumerables los
              asuntos, los retos, las necesidades, los campos en los que podrían
              ejercitar su participación quienes sientan que deben hacerlo.
                La economía es una dimensión estratégica que no tengo espacio
              para abordar aquí. Las referencias a ella han tenido un lugar central
              en los últimos años. Pero las relaciones y los problemas económicos
              son algo demasiado importante para reducirlos a invocaciones prag-
              máticas y medidas que involucren a unos pocos: tienen que ser cam-
              po de debates y de labores de todos. Por otra parte, necesitamos que
              la educación escolar se renueve y se desarrolle, pero ese objetivo es
              completamente factible, por el intenso amor a la educación que ca-
              racteriza a nuestra cultura, la multitud de personas muy capacitadas
              que hay en todas partes del país y la gigantesca cultura institucional
              que existe en ese campo.
                Necesitamos más rescate en términos ideales y materiales de las
              relaciones y la manera de vivir socialistas; mayor socialización dentro
              del ámbito y la gestión estatales; un impulso cierto de la municipali-
              zación y otras formas de descentralización que beneficien a empe-
              ños de colectivos, a las comunidades y al país, y no al individualismo
              y el afán de lucro; enfoques integrales de los problemas.
                Se  está  produciendo  un  aumento  de  la  politización  en  sectores
              amplios de población, que estimula al nivel inmenso de conciencia
              política que posee el pueblo cubano. Emergen sectores de jóvenes
              expresamente anticapitalistas. Ha crecido la expresión pública de crí-
              ticas y criterios diferentes hechos por cubanos socialistas y dirigidos
              a fortalecer el socialismo. El pueblo cubano ha ejercido la justicia
              social, la libertad, la solidaridad y el pensar con su propia cabeza, y
              se ha acostumbrado a hacerlo. Tenemos conciencia política del mo-
              mento histórico en que vivimos y lo que se juega en él.



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