Page 196 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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un apego estricto a los principios socialistas, combinados con una
enorme flexibilidad táctica y con la abnegación, la combatividad y la
pericia de las mayorías, franqueadas por el extraordinario desarrollo
que habían experimentado sus capacidades y su conciencia política
en las décadas previas. Fue mucho más que el mantenimiento de un
gran pacto social. No hubo ninguna rendición, ni apelación al reper-
torio neoliberal que era usual: la política social ejemplar cubana se
mantuvo, aun en los peores momentos. La maestría y la firmeza de
Fidel y la sabiduría política del pueblo, unidas, impidieron la caída
del socialismo cubano.
Pero los efectos de la profunda contracción de la actividad econó-
mica y la calidad de la vida, y los de una parte de las medidas que fue
necesario tomar, se hicieron sentir de manera aguda primero y, aun-
que pronto fueron atenuados, comenzaron a tener consecuencias
que se han vuelto en parte crónicas, y que han recibido impactos
muy diversos en las dos décadas que siguen hasta hoy.
En la actualidad se puede apreciar la consolidación de desigualda-
des ante el ingreso que percibe la población, que eran desconocidas
antes de la crisis. Hay sectores empobrecidos, y esto es más agudo
en grupos sociales que estaban en desventaja por razones históricas
y/o territoriales, o a los que la evolución de la situación fue llevando
a ese estado. De un nivel ínfimo de pobreza y cero pobreza extre-
ma hace treinta años, hemos pasado a tasas de pobreza que para
Cuba son notablemente altas. Las deficiencias más significativas se
encuentran en vivienda, remuneración del trabajo, situación de co-
munidades y acceso a una parte de los consumos necesarios o de-
seados. De una sociedad en la que las relaciones entre los esfuerzos
laborales y los consumos y la calidad de la vida eran muy indirectas,
hemos pasado a una situación en la que los ingresos directos que se
obtienen desempeñan un papel grande en esos consumos y en la
calidad de la vida. El papel del dinero ha crecido muy sensiblemente
en un gran número de campos.
Las remesas desde el exterior, importantes para la macroecono-
mía, pueden erosionar también las ideas socialistas. Es probable
que una parte de ellas esté sirviendo para crear empresas pequeñas,
pero privilegiadas en cuanto a operar y sostenerse.
Junto a esas realidades han sido impactadas las representaciones,
los valores, la conciencia y las ideas, de manera paulatina pero que
no puede subestimarse. Entre sus efectos está la existencia de una
franja de población que es ajena a la Revolución, privilegia los asun-
tos personales y las relaciones familiares y de pequeños grupos, y
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