Page 142 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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bre comercio regionales, así como de Tratados de Libre Comercio
            bilaterales con los países de la región.
             Los países del ALBA fueron durante la última década los que
            más  promovieron  la  autonomía  política  respecto  a  Washington,
            y los que más padecieron sus intentos intervencionistas. Un caso
            emblemático es la ya mencionada USAID. Aunque en su nombre
            se proponga promover el “desarrollo”, es extensa la lista de denun-
            cias a las dependencias de USAID en diversas partes de América
            por funcionar como entes de financiamiento de grupos opositores
            y golpistas. Eva Golinger sostiene que “sólo en Venezuela (los Es-
            tados Unidos) promovieron la creación de más de 400 nuevas or-
            ganizaciones y programas. Así comenzaron a ampliar las redes de
            penetración e infiltración dentro de las comunidades populares,
            intentando debilitar y neutralizar la Revolución Bolivariana desde
            adentro”. En Bolivia, la USAID se instaló en una de las zonas más
            movilizadas y afines al gobierno de Evo Morales, la ciudad de El
            Alto, para brindar cursos autodenominados de “formación de lí-
            deres políticos no radicales”. Entre 2005 y 2006, esa ONG reorientó
            más del 75 por ciento de sus inversiones a los grupos separatistas
            que buscaban socavar al gobierno boliviano.

            Antiimperialismo hoy
            Hablar hoy de imperialismo no debe volverse un lugar común,
            tan caro al discurso denuncista de la izquierda. Las prácticas
            de intervención imperial deben ser analizadas a partir de si-
            tuaciones concretas y en el marco de las luchas de poder que
            esas  situaciones  implican.  Por  caso,  es  interesante la  mirada
            del economista argentino Claudio Katz, quien plantea que en
            el último  tiempo  la  injerencia  norteamericana  perdió  intensi-
            dad en América Latina, frente a otras prioridades geopolíticas:
            “Los marines y la iv Flota continuaron operando, pero no con-
            sumaron las típicas invasiones de Washington. Esta contención
            se verificó en el declive de la OEA: ese Ministerio de Colonias
            perdió peso frente a nuevos organismos (UNASUR, CELAC)” .
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            Sin embargo, el politólogo Atilio Boron, en su investigación
            América Latina en la geopolítica del imperialismo, debate con
            quienes sostienen que la región ocupa un lugar de poca rele-
            vancia en las preocupaciones actuales de Estados Unidos. Allí
            afirma: “Esto es una falacia. América Latina es, para los Estados
            Unidos, la región más importante del planeta por su valor estra-

            5. Katz, C. (2016). “Desenlaces del ciclo progresista”. En Debates Urgentes N° 5.
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