Page 55 - Vida ejemplar de Simón Bolívar
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SUPERACIÓN
Después de haberse valorado en el firme deseo de hacerlo con
justeza, conviene a vosotros y al bien colectivo dejar prudente
margen de aspiración a mayor valor. Dar cabida a la posible supe-
ración. Porque si no la lográis, ni caerá gran ridículo sobre vuestro
concepto, ni acarrearéis mayores males sobre vuestros empeños.
Habréis seguido el buen consejo de Maquiavelo, fijando vuestra
mira un poco más alto de donde dará vuestra flecha. Y si os supe-
ráis en efecto, habréis coronado vuestra labor y vuestros fines.
El consejo es aplicable; cualquiera que sea el campo de vuestras
actividades. Ya seáis artistas, hombres de estudio, profesionales,
trabajadores, obreros, funcionarios, el empeño de superación debe
acompañaros. Él os marcará el camino del éxito y del triunfo. Si
carecéis de tal empeño, seréis de los vencidos.
Por dos caminos, ambos naturales, podréis llegar a la posible
superación. Por la virtud del esfuerzo constante, paciente, de todos
los días, con la vista fija en el propósito. Es el camino del diario
ejercicio de las facultades, que adiestra y amaestra para mayores
esfuerzos. Innúmeros hombres y mujeres que han hecho algo y
decorado sus nombres con orlas de fama, lo han alcanzado por ese
camino. Es el adecuado a los que poseen cualidades firmes, sin ser
brillantes ni extraordinarios. Por él llegan muchos a confundirse
con el genio. Sus obras suelen ser más sólidas y duraderas. La
historia humana, que es con frecuencia la de los espíritus excepcio-
nales, transformadores, creadores de nuevas luces y de nuevos faros,
con frecuencia mayor es la obra de esos otros espíritus, sublimes
trabajadores, del empeño constante, de la lenta superación. Y como
los espíritus excepcionales han de ser raros por definición, podéis
contaros con mayor seguridad entre aquellos para quienes la supe-
ración por el trabajo es supremo deber.
A fuerza de ejercicios físicos se cambia a los débiles en fuertes.
Día llega en que ellos se asombran de lo que hacen y ayer no podían
ni soñar con hacer. A fuerza de ejercicios, a fuerza de experiencias,
artistas llegan a ser los virtuosos de su arte, investigadores arrancan
teorías, leyes, inventos, al bloque compacto de la naturaleza.
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