Page 59 - Vida ejemplar de Simón Bolívar
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Santiago Key Ayala
Con el honor de ser el primero, van aparejadas las máximas
responsabilidades. Por encima del honor está la función. Y la
función es dificilísima. No solo hay que vencer las dificultades
externas, las que presenta el enemigo, sino las internas, obra de
las voluntades dispersas y bravías, las rencillas, las rivalidades, que
se atreven entre sí y contra el primero, toda la intrincada maraña
en donde ha de aislarse el hilo maestro para la acción y el triunfo.
¿Cómo cumple Bolívar la función?
Para llegar al primer puesto, para mantenerse en él, no necesitó
nunca cercenar la personalidad de sus tenientes y colaboradores.
Nunca trató de entrabar las actividades útiles de los mismos que
soñaron con rivalizarlo. Antes bien, parecía estimularlos, situán-
dolos en las posiciones más propicias a que diesen de sí todo cuanto
pudiesen para el servicio de la patria. Con gran claridad de juicio,
suma aptitud para valorar a los hombres, con espíritu de justicia
y elevación de alma, nunca bastante admirada, dio a cada uno
el puesto que merecía y, sobre todo, aquel donde fuese el más
adecuado y el más útil. La historia, al hacer la revaluación de los
hombres que realizaron la grande obra de la independencia de
América, ha refrendado casi siempre el concepto del Libertador
sobre ellos y confirmado la estatura sobresaliente del que fue y es
el primero de todos.
Durante la revolución, la posición del primero suele estar
amenazada. Peligra la autoridad de Bolívar. Los émulos aprove-
chan toda ocasión de revés, de incertidumbre para desquiciarla.
Bolívar la defiende, la salva, la restablece a fuerza de superio-
ridad demostrada. Hombres de valor temerario, de resistencia
heroica abundan en los llanos como en las montañas, y en los
mares. Bolívar, a la par de ellos, sabe echarse a los ríos, abordar
embarcaciones, mezclarse con los combatientes, como en Araure,
y decir en San Mateo: “Aquí moriré yo el primero”. Como los
más sufridos, sabe realizar marchas increíbles. Como los más
organizadores, proveer a todas las necesidades de los ejércitos.
Como los más astutos, urdir estratagemas. Atiende a las pequeñas
necesidades con cuidado minucioso, a la moral y la disciplina
de los subalternos. Atiende a la vez los más graves problemas de
la política interna, de administración, de política internacional.
Asombra tanta actividad, tanta multiplicidad.
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