Page 29 - Vida ejemplar de Simón Bolívar
P. 29

EL PORQUé DE ESTA VIDA EjEmPLAR

                     El hombre prudente debe seguir siempre las huellas de los
                grandes hombres, e imitar a aquellos que han sido más ilustres,
                 a fin de que si no puede igualarlos en virtud, al menos pueda
              tomar algo de ella y hacer como el prudente arquero, pareciéndole
                al cual el blanco muy lejano, y conociendo hasta dónde alcanza
                de su arco la fuerza, pone la mira mucho más alta del lugar al
              que la flecha dirige, no para hacerla subir a bastante altura, sino
               para poder, con ayuda de tan alta mira, llegar al punto deseado.

                                     Maquiavelo: El PrínciPE, cap. vi

               Maquiavelo aconseja imitar las virtudes de los grandes hombres.
            Cree en la eficacia del ejemplo. Él, tan gran conocedor del espíritu
            humano, piensa que, a pesar de la diversidad de caracteres indivi-
            duales de los hombres y en medio de la variedad de las circunstan-
            cias de tiempos, lugares y pueblos, hay gran número de analogías
            que pueden utilizarse para el fin moral de engrandecer las almas y
            las sociedades.
               Pero la vida del grande hombre no es un todo indiviso. El
            grande hombre padece, como el pequeño, debilidades, peque-
            ñeces, miserias. Entremezclada con la vida grande, útil, heroica,
            del hombre ilustre va, con triste frecuencia, la vida sin relieve,
            o amorfa, o tremendamente desigual que la Historia saca a luz
            para consuelo de las mediocridades, de las limitaciones y de las
            envidias de los hombres corrientes. Son los términos negativos
            del polinomio que constituye la vida integral del grande hombre.
               Yo no aconsejaría nunca a los hombres ya formados, de carac-
            teres definidos, la hipócrita mutilación de la vida de los hombres
            ilustres. Hay que respetar la verdad. Hay que saber la vida integral
            de los grandes hombres. Sus mismas flaquezas pueden servirnos
            de enseñanza. Mas para vosotros, jóvenes que todavía no os habéis
            confrontado con la vida, que estáis en una línea divisoria, como la
            de las aguas en Geografía, lo justo, lo digno de vosotros es aquello
            que pueda llevaros a los más nobles destinos. He ahí un arroyo
            nacido limpio y vivaz de la tierra. Si corre a la izquierda, transitará


                                      28
   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34