Page 25 - Vida ejemplar de Simón Bolívar
P. 25
Santiago Key Ayala
Traidores insinúan a Miranda la infeliz idea de capitular con el jefe
realista. El Generalísimo, creyendo salvar a Venezuela de la venganza
enemiga, accede a la capitulación, que, en general, es reprobada por
los patriotas.
En la capitulación queda garantizada la seguridad de los vencidos.
Monteverde, el aventurero afortunado, jefe de los realistas, viola la
capitulación. Se impide la salida del territorio a los patriotas que
intentan escapar. Bolívar es de estos. El propio Miranda está todavía
en tierra. Rumores de traición se alzan contra Miranda. Bolívar es
de los que sospechan, injusta, pero sinceramente, del Generalísimo.
Indignado, se une a otros, y arresta a Miranda.
Pero la verdadera traición viene de otra parte. Todo queda a
merced del triunfador. Un español nobilísimo, a quien Bolívar guar-
dará gratitud eterna, se interesa por el joven patriota y obtiene el
pasaporte que le permite ausentarse del territorio de Venezuela. Ni
Monteverde, ni el generoso Iturbe, sospechan el valor intrínseco ni la
importancia futura del joven oficial.
Bolívar se va a la Nueva Granada, donde la revolución se mantiene
entre dificultades, pero firme. En Cartagena publica un manifiesto,
donde explica las causas de la caída de su patria y alerta a los patriotas
para que se salven de iguales errores. El documento atrae la atención
general sobre Bolívar.
Crece la importancia del patriota venezolano. Se le confían opera-
ciones militares, en las cuales se desempeña con éxito. Espíritus pers-
picaces descubren su genio y presienten que en él está contenida la
suerte de Venezuela. Bolívar, al frente de tropas granadinas, invade el
territorio de la Capitanía, derrota las fuerzas realistas que se le oponen.
Se interna en el país. Exhibe todas las características de un general:
audacia, previsión, talento militar, actividad. Realiza una campaña
brillante, admirable. Se corta a sí mismo y a los suyos toda retirada.
Traza una línea de sangre que divide a los hombres de América de
los hombres de España. Avienta hasta la última posibilidad de aveni-
miento, debilidades y capitulaciones. Aterra al enemigo. Dicta el más
audaz y el más discutido de sus actos. Declara la guerra a muerte.
Llega triunfador a Caracas. Restablece la patria. Sus compatriotas,
llenos de asombro y entusiasmo, lo aclaman Libertador. Se le da el
título que acompañará siempre su nombre y definirá su papel histó-
rico. Libertador por antonomasia. Ya no es el joven exaltado que da
sus primeros pasos. Se ha revelado como gran político. Se ha revelado
como general. Ya es Bolívar. Es el Libertador.
24