Page 28 - Todos los versos
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de las faldas de paja susurrante fuimos
despojados
areruya!
En esta misma sección, en el poema «balada del
tiempo irónico» se poetiza la compleja simbología del río
y del tiempo, en particular de un tiempo invertido, como
un río que fluye en el sentido que no es. Este tiempo inver-
tido, o retrasado, definitivamente señala una hora que no
se da, que es una ausencia dentro del transcurrir de aquello
que el tiempo mide: la vida. Hay en este poema una logra-
da acumulación de oxímorons, contradicciones, ambiva-
lencias y polisemias, hasta llegar al no-tiempo, a la deshora,
al destiempo. En «del tiempo y posesivo» se produce un
juego irónico con el tiempo poseído o por el que se está
poseído. Este juego, como en la mayoría de los textos de
Gasca, no conduce a algo risueño sino, todo lo contrario,
la condición del hablante poético se vuelve dolorosa y trá-
gica, cuando del posesivo desaparece el elemento lúdico,
puesto que desaparece el sujeto mismo, el gramatical y el
existencial:
sin segundo de mí el tiempo mío
En «Ir donde no llaman», cuento y poema, se des-
taca la imagen del viento de la tarde, a través del cual
vuela la garza, y del sol que se va, mientras la tarde viene,
en un silencioso mundo donde todos los elementos van
transcurriendo. Igual sucede en el poema «balada del
tiempo irónico», en el cual el viaje es y no es, siempre
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