Page 16 - Todos los versos
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En la sección 3 este juego de palabras ya se había inicia-
do, muy notablemente, con Alfínger, conquistador ale-
mán de comienzos del siglo XVI, uno de los integrantes
del grupo banquero de los Welser, conocidos también
como los Belzares, el cual entra dentro del juego fonéti-
co, pero también del temático.
En la sección 4, que lleva el significativo título
«de envite y azar», se habla de la pelota de béisbol, sin
nombrarla, pero aludiéndola, connotándola, pelota que
va rodando en el aire, como la rueda de la fortuna, y va
«trazando un arco en rotación para la entrega». Los mo-
vimientos de los jugadores de béisbol, en brillante gestua-
lidad, generan la imagen de una danza viril, en la cual se
destaca el lanzamiento de la pelota. Todos los elementos
de este juego, en particular referidos al guante y a la pelota,
parecieran constituir un anacronismo, puesto que, sin lu-
gar a dudas, el béisbol no era practicado por los piratas de
siglos atrás. Pero no se trata de eso: todo está junto aquí, no
es anacronismo, es un aleph, como un aleph es «La tierra
baldía». Por supuesto, no hay ninguna consideración al
lector de países de habla castellana en los que no se conoce
este deporte.
El movimiento y los objetos se expresan en ver-
bos y adjetivos que connotan lo que se ficcionaliza y,
en cierto momento, se pasa a lo fantástico y a la muerte
simbólica de uno de los antagonistas de ese combate. Se
produce la caída y el otro muere.
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