Page 19 - Todos los versos
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Tentada a decir que, evidentemente, no se trata
del Libro de Job, sino de una audaz creación de Gasca a
partir de ese hipotexto, recordando la intensa presen-
cia de la ambigüedad y de la ambivalencia en la obra
del autor, no me atrevo a hacer esa afirmación, reviso el
Libro de Job y llego a la conclusión de que este poema
de gran aliento de Gasca es producto de él, que es su
autor, pero que en su interior, como en una caja china,
se encuentra también el Libro de Job, no solo como
hipotexto, sino como texto en sí. Y que, simultánea y
contradictoriamente, no se trata solo del texto bíblico,
sino de un poema de Gasca, inspirado por ese texto.
Cuando leemos el último verso arriba mencio-
nado, de inmediato creemos que es un nuevo recurso
lúdico del autor y que se refiere a las mujeres judías, para
las cuales es paradigmático el nombre de Rebeca. Pues
no, no es así. Si regresamos al Libro de Job ahí mismo
encontramos la frase y, dependiendo del traductor al es-
pañol, de las diferentes versiones que existen, constata-
mos que se trata de ciervas, o antes hembras o, sí, efecti-
vamente, de rebecas, palabra sinónimo de las anteriores,
así como los rebecos equivalen a los antes machos. Sin
embargo, no podemos dejar de pensar que ese detonan-
te final de la estrofa es digno del espíritu lúdico del au-
tor, el cual no ha debido de dejar de pensar en las otras
Rebecas. Un notable juego de palabras más, de parte de
alguien tan dado a romper con los cánones.
Después de esta sección, que es un alegato contra
Dios, el poema se cierra con la última, la número 9, titula-
XIX