Page 211 - Todo César: Panorama de vida y obra
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210  César Rengifo y la búsqueda de la realidad



            el desalojo de las masas campesinas lugareñas. Una juventud con escasas pers-  acelerada del capital extranjero, subsistencia de tradiciones y costumbres hoy
            pectivas, una de ellas: tratar de encontrar un trabajo en un campo petrolero.  anacrónicas, mezcladas con visiones de actualidad. Como resultado de la explo-
               En conversaciones entre el autor y el director de esta obra, Armando Gota,   tación del oro negro, Rengifo concluye –y es la razón del título de la obra–, que
            señalaba César Rengifo, días antes de su muerte, que este drama era como una   solo ha quedado el viento que ruge en la noche sobre las torres abandonadas y
            introducción a su trilogía del petróleo, de manera que consideramos el conjunto   bajo las cuales yace más de un cuerpo asesinado por efecto de los excesos come-
            de estas obras como una tetralogía. Sin lugar a dudas, Las mariposas de la oscuri-  tidos en la instalación de esta producción. Realidad y mundo onírico. Imágenes
            dad constituye el antecedente del mundo trágico de los trabajadores víctimas en   de fantasía, visión grotesca de una utopía irrealizada. El sacrificio de una gene-
            el Vendaval amarillo y en El raudal de los muertos cansados; Yuro, joven que intenta   ración joven en la lucha por el porvenir de mayores perspectivas.
            una salida tratando de encontrar trabajo en los campos petroleros, puede ser   Dramas ocurridos más allá de las fronteras tuvieron en el escritor un regis-
            uno de los desaparecidos en las situaciones dramáticas que describe en las dos   tro de denuncia y testimonio. Una medalla para las conejitas se basó en la inva -
            siguientes obras de la tetralogía.                                     sión norteamericana a Santo Domingo en 1965, frustrando las posibilidades de
               En El vendaval amarillo, drama en tres actos, un hecho real –el incendio acci-  liberación del pueblo dominicano. Volcanes sobre el Mapocho conformó su visión
            dental de las aguas contaminadas de petróleo en Lagunillas–, le sirve de base   sobre el golpe militar en Chile, en 1973.
            para mostrar el mundo agotado de los campesinos que deben iniciar un periplo   En dos de sus últimas obras, los sectores populares conformaron el centro de
            por los campos petroleros para sobrevivir. Esta obra cierra la relación campo-  su temática. Si en ¿Quién se robó esa batalla? revisó las consecuencias y frustra-
            petróleo. El campo va convirtiéndose en región árida por la explotación petro-  ciones de las luchas independentistas del siglo XIX, donde esos grandes sectores
            lera y el abandono de los cultivos para dar paso a la emigración hacia el pueblo   prácticamente nada ganaron, en La trampa de los demonios el tema de la explota-
            creado artificialmente, y donde la muerte terminará con el grueso de los habi-  ción del trabajador, esta vez visto desde núcleos humanos ubicados casi al final
            tantes.                                                                de la escala social, se convierte una vez más en el centro del enfoque crítico del
               El raudal de los muertos cansados se considera drama teatral y guion cinema-  dramaturgo.
            tográfico al mismo tiempo. La obra ofrece como tema central la irresponsabili-  Todo su teatro aparece profundamente vinculado a los intereses del pueblo.
            dad de las compañías frente a los accidentes de trabajo. Se entrevera el mundo   El mundo campesino aflora en el dramaturgo a través de ambientes e indivi-
            íntimo de los ejecutivos, su desprecio por la realidad y los habitantes del país,   dualidades perfectamente definidas. Y más aún, el papel que juegan creencias y
            su actitud discriminatoria. El autor supo combinar la realidad con el mundo   supersticiones en una realidad marginada del desarrollo y de las posibilidades
            onírico, creando dos microcosmos separados en sus ámbitos pero interrelacio-  culturales, cuya presencia resulta de peso predominante para influir en conduc-
            nados.                                                                 tas y comportamientos.
               Las torres y el viento, pieza teatral en un prólogo y dos actos, ocupa un lugar   Pareciera,  al  leer  las  páginas  del  dramaturgo  venezolano,  estar  de  pronto
            relevante  dentro  del  teatro  latinoamericano  de  las  últimas  tres  décadas  del   reconociendo realidades de la pampa argentina, de los fundos del centro y del
            siglo xx. Contenido y estructura conforman un todo complejo y apasionante. La   sur de Chile, de las haciendas mexicanas de las primeras décadas del siglo, de
            acción transcurre en una región selvática cercana a Mene Grande, estado Zulia,   las tierras del nordeste brasileño o de las haciendas colombianas. Es la reali-
            entre 1914 y 1980. El dramaturgo juega con el tiempo entre esas dos fechas,   dad similar del continente, que expresada con ribetes locales, se siente al mismo
            pero no es un transcurrir lineal, sino simultáneo; la acción pasa de una época   tiempo inmersa en ese “mundo ancho y ajeno”, que es América Latina. El ámbito
            a otra sin transiciones, y si el prólogo se ubica en la fecha más próxima, los dos   pintado por el autor nacional es de Rengifo, pero al mismo tiempo lo es de
            actos  transitan  por  diferentes  años.  Pasado  y  presente  conviven  sin  cambios   Sánchez, de Acevedo Hernández, de Ramos, de tantos otros, porque en el fondo
            violentos. La obra se convierte casi como el resumen de la historia venezolana   es el de nuestra realidad trágica y dolorosa durante siglos, y que estos drama-
            durante setenta años. Petróleo, guerrillas, exterminio de indígenas, penetración   turgos, donde el nuestro ocupa un lugar importante en su vanguardia, recrean
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