Page 366 - Sencillamente Aquiles
P. 366

sencillamente aquiles


            él (Resignado): Bueno, paciencia.
            ella (Súbita): ¡No!… ¡No prendas la luz!

            él: Y entonces, ¿cómo lo voy a ver? ¿Tú crees que yo soy
                familia de murciélago?
            ella (Aprensiva): Pero, ¿y si él te ve a ti? ¿Y si carga una
                llave inglesa y te arregla?… Mejor es que no vayas, mi
                amor.
            él (Enérgico): Bueno, ¿voy o no voy?

            ella: Bueno, ve; pero no prendas la luz.

            (Efecto sonoro: Parte de la «Danza macabra», de Saint-Saëns,
            imitativa del andar de los fantasmas. Inesperadamente se produce,
            en pleno escenario, una formidable catástrofe de vidrios rotos.)

            él (Con el estrépito): ¡Aaayyy!

            ella (Ídem): ¡Ay, lo arregló el hombre!… ¿Qué fue, mi
                amor? ¿Lo agarraste?
            (Él no responde, sigue quejándose sordamente.)

            ella: ¡Pero contesta, Romualdo Antonio! ¿Qué fue?
            él (Quejándose): ¡Ay, uuhmm… uuhmm! Prende la luz…
                ¡Uuhmmm!… Me caí con el rabo… Me caí con el
                rabo…
            ella: Pero, ¿qué rabo? ¿Qué rabo es ese, mi amor? ¿Tú
                tienes algún rabo?

            él: ¡El rabo del mecedor! ¡Mira la patada que le di! ¡Ay, ay!
                (Exasperado). ¡Pero acaba de prender la luz!




                                      366
   361   362   363   364   365   366   367   368   369   370   371