Page 52 - Sábado que nunca llega
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earle herrera


            se pasó de ego y terminó convertido en el mono desnudo
            saltando sobre la mesita de centro y caoba, la trona
            convirtiéndolo en prócer. Ya le había dicho yo que la liga
            no era buena pero. Además las luces. Todos saben que la
            amarillocandela traspasada por la voz de Jimmy Hendrix
            tiende a excitarlo hasta el paroxismo. Y para colmo el Gato
            trajo yerba y analgésico que con gaseosa y escocés dan una
            de manicomio y Bárbula. Menos mal que esta vez vino con
            la felina que lo controla y lo frena de este lado de la vida,
            aunque el Gato hace intentos a cada rato para escaparse
            hacia el sueño. Cuando el Gato se escape, porque le voy a
            cuadrar el ambiente, Rosita andará vagando por los barrios
            del pensamiento nebuloso, estará probablemente en Orión
            y entonces, ahí es cuando, entonces la felina y yo haremos
            el experimento. Los demás estarán muy ocupados en la
            fiesta, muy divertidos todos, idos, lejos y aquí.
                Fue como a las once y media, a media hora para la
            media noche, que el Gato se metió en el sueño; la felina
            me encandiló con sus hermosos ojazos para advertírmelo,
            y yo le metí dos pastillitas juntas a Rosita para que se
            terminara de ir para Orión, dos o cuatro cápsulas, no
            recuerdo bien, creo que nunca recordaré cuántas cápsulas
            le di a tomar. Todavía la felina y yo esperamos media hora
            más para iniciar el experimento. Rosita empezó a describir
            un círculo con la vista y me informó que la brujería le
            estaba haciendo el efecto. Estaba segura que la mujer de un
            ministro, vecina suya, había regado un polvo baboso sobre
            su casa, pero el mayor maleficio caería en su persona por ser
            ella la princesita de la casa, la puchita. En los alrededores
            del Nuevo Circo le había comprado una piedra preparada
            a una vendedora de talismanes y azabaches contra la mala
            suerte y otros males; esperaba con eso neutralizar un tanto

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