Page 79 - Perforación mediática
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antichavismo aunque no sepan, realmente, lo que es el chavis-
mo. También ignoran las decenas de cadáveres que cada cierto
tiempo aparecen colgados de los puentes y autopistas de su país
o en pleno centro de Ciudad de México, ay manito.
Pareciera una petulancia eso de que hasta Bush tenía su
Chávez para ganar puntos internacionales, persuadir aquí, in-
quietar allá o presionar más allá. Pero basta con leer sus discur-
sos para tropezarnos, a salto de párrafos, con el comandante del
4-F en la inextricable oratoria busheana. Que el expresidente
de Estados Unidos tuviera que recurrir a la supuesta amenaza
de Hugo Chávez para lograr, de parte del Congreso de su país,
la aprobación de un tratado de libre comercio con Colombia,
México o Centroamérica, pudiera dar la medida de la hora que
vive el imperio. Pero también, de la proyección sobre esa hora
de Hugo Chávez.
EL IMPERIO SUFRE POR NOSOTROS
Las potencias mundiales amanecieron preocupadas el pasado
jueves 7 de este mayo sísmico y lluvioso. El motivo de su des-
asosiego no estaba en la crisis global, la gripe A ni la estanflación.
La nuez de su mortificación era Venezuela. Este pequeño país
situado al norte de la América del Sur y gobernado por Hugo
Chávez Frías los tiene, como diría Almodóvar, al borde de un
ataque de nervios o algo peor.
Los jueves son propicios para morir en París con aguacero,
según Vallejo, pero para nada más. Ese día un alto funcionario del
Departamento de Estado, quien como es obvio y como siempre
pidió reservar su nombre, exteriorizó que su país estaba preocu-
pado por Venezuela. Nada nuevo, ese sentimiento con ribetes de
obsesión es una herencia buchista del gobierno de Obama.
Simultáneamente, en perfecto dúo, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos le hizo el coro al vocero
79 Earle Herrera