Page 446 - La escena contemporánea y otros escritos
P. 446

La escena contemporánea y otros escritos


               confesión del Estado, rechaza y execra este mismo postulado. La contra-
               dicción no es nueva. Desde hace varios siglos la Iglesia ha aprendido a ser
               oportunista. No sé ha apoyado tanto en sus dogmas, como en sus transac-
               ciones. Y, por otra parte, el ilustre polemista católico, Louis Veinllot, definió
               hace tiempo la posición de la Iglesia frente al liberalismo en su célebre
               res puesta a un liberal que se sorprendía de oírle clamar por la libertad: «Fin
               nombre de tus prin cipios, te la exijo; en nombre de los míos, te la niego».
                  Pero en la historia de México, desde los tiem pos de Juárez hasta los
               de Calle, le ha tocado al clero, combatir y resistir las reivindicaciones
               populares: La Iglesia ha contrastado siempre en México en nombre de
               la tradición, a la libertad. Por ende, su actitud de hoy, no se presta a equí-
               vocos. La mayoría del pueblo mexicano sabe demasiado bien que agita-
               ción clerical es esencialmente, agitación reaccionaria.
                  El Estado mexicano, pretende ser por el momento, un estado neutro
               laico. No es del caso discutir su doctrina. Este estudio no cabe en un
               comentario  rápido  sobre  la  génesis  de  los  actuales  acontecimientos
               mexicanos: Yo, por mi parte, he insistido demasiado respecto a la deca-
               dencia del Estado liberal y al fracaso de su agnosticismo para que se me
               crea entusiasta de una política meramente laicista. La enseñanza laica,
               como otra vez he escrito, es en sí misma una gastada fórmula liberal.
                  Pero el laicismo en México —aunque subsistan en muchos hombres
               del  régimen  residuos  de  una  mentalidad  radicaloide  y  anticlerical—
               no tiene ya el mismo sentido que en los viejos Estados burgueses. Las
               formas políticas y sociales vigentes en México no representan una esta-
               ción del liberalismo sino del socialismo. Cuando el proceso de la Revo-
               lución se haya cumplido plenamente, el Estado mexicano no se llamará
               neutral y laico sino socialista.
                  Y entonces no será posible considerarlo anti-religioso. Pues el socia-
               lismo es también, una religión, una mística. Y esta gran palabra religión,
               que seguirá gravitando en la historia humana con la misma fuerza de
               siempre, no debe ser confundida con la palabra Iglesia.









                                                                          445




       BM_Laescenacontemporaneayotros escritos_TomoI.indd   445            08/10/10   17:48
   441   442   443   444   445   446   447   448   449   450   451