Page 318 - La escena contemporánea y otros escritos
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La escena contemporánea y otros escritos
Los futuristas excitaron a Italia a la conquista de Tripolitania. Soldado de
esa empresa bélica, Marinetti extrajo de ella varios motivos y ritmos para
sus poemas y sus libros. Mafarka, por ejemplo, es una novela de osten-
sible y cálida inspiración africana. Más tarde, Marinetti y sus secuaces se
contaron entre los mayores agitadores del ataque a Austria.
La guerra dio a los futuristas una ocupación adecuada a sus gustos
y aptitudes. La paz, en cambio, les fue hostil. Los sufrimientos de la
guerra generaron una explosión de pacifismo. La tendencia imperialista
y guerrera, declinó en Italia. El Partido Socialista y el Partido Católico
ganaron las elecciones e influyeron acentuadamente en los rumbos del
poder. Al mismo tiempo inmigraron a Italia nuevos conceptos y formas
artísticas francesas, alemanas, rusas. El futurismo cesó de monopolizar
el arte de vanguardia. Carrá y otros divulgaron en la revista Valori Plas-
tici 202 las novísimas corrientes del arte ruso y del arte alemán. Evolá
fundó en Roma una capilla dadaísta. La casa de arte Bragaglia y su revista
Cronache di Attualitá, 203 alojaron las más selectas expresiones del arte
europeo de vanguardia. Marinetti, nerviosamente dinámico, no desapa-
reció ni un minuto de la escena. Organizó con uno de sus tenientes, el
poeta Cangiullo, una temporada de teatro futurista. Disertó en París y
en Roma sobre el tactilismo. Y no olvidó la política. El bolchevismo era la
novedad del instante. Marinetti escribió Más allá del comunismo. Sostuvo
que la ideología futurista marchaba adelante de la ideología comunista.
Y se adhirió al movimiento fascista.
El futurismo resulta uno de los ingredientes espirituales e histó-
ricos del fascismo. A propósito de D’Annunzio, dije que el fascismo es
d’annunziano. El futurismo, a su vez, es una faz del d’annunzianismo.
Mejor dicho, d’annunzianismo y marinettismo son aspectos solidarios
del mismo fenómeno. Nada importa que D’Annunzio se presente como
un enamorado de la forma clásica y Marinetti como su destructor. El
temperamento de Marinetti es, como el temperamento de D’Annunzio,
un temperamento pagano, esteticista, aristocrático, individualista. El
paganismo de D’Annunzio se exaspera y extrema en Marinetti. Marinetti
202 Valores plásticos.
203 Crónicas de actualidad.
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