Page 316 - La escena contemporánea y otros escritos
P. 316
Marinetti y el futurismo
El futurismo no es —como el cubismo, el expresionismo y el
dadaísmo— únicamente una escuela o una tendencia de arte de
vanguardia. Es, sobre todo, una cosa peculiar de la vida italiana. El futu-
rismo no ha producido, como el cubismo, el expresionismo y el dadaísmo,
un concepto o una forma definida o peculiar de creación artística. Ha
adoptado, parcial o totalmente, conceptos o formas de movimientos
afines. Más que un esfuerzo de edificación de un arte nuevo ha repre-
sentado un esfuerzo de destrucción del arte viejo. Pero ha aspirado a ser
no sólo un movimiento de renovación artística sino también un movi-
miento de renovación política. Ha intentado casi ser una filosofía. Y, en
este aspecto, ha tenido raíces espirituales que se confunden o enlazan
con las de otros fenómenos de la historia contemporánea de Italia.
Hace quince años del bautizo del futurismo. En febrero de 1909,
Marinetti y otros artistas suscribieron y publicaron en París el primer
manifiesto futurista. El futurismo aspiraba a ser un movimiento interna-
cional. Nacía, por eso, en París. Pero estaba destinado a adquirir, poco a
poco, una fisonomía y una esencia fundamentalmente italianas. Su duce,
su animador, su caudillo, era un artista de temperamento italianísimo:
Marinetti, ejemplar típico de latino, de italiano, de meridional. Marinetti
recorrió casi toda Europa. Dio conferencias en París, en Londres, en
Petrogrado. El futurismo, sin embargo, no llegó a aclimatarse duradera y
vitalmente sino en Italia. Hubo un instante en que en los rangos del futu-
rismo militaron los más sustanciosos artistas de la Italia actual: Papini,
315
BM_Laescenacontemporaneayotros escritos_TomoI.indd 315 08/10/10 17:48