Page 77 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
P. 77
La dimension internacionaL deL Gran mariscaL de ayacucho 77
tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo Colombiano,
los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre: que su
escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar
en este modo la mancha de nuestra ignominia, y mostrar a las
Naciones del Universo, que no se ofende impunemente a los
hijos de América...
A pesar de nuestros justos reconocimientos contra los inicuos
españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, abrirles
por la última vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía
se les invita a vivir francamente entre nosotros, si detestando sus
crímenes, y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros
a la destrucción del Gobierno intruso de España, y al restableci-
miento de la República de Venezuela.
Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la
justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por
enemigo, castigado como traidor a la Patria, y en consecuencia
será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se
concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro
Ejército con sus armas o sin ellas: a los que presten sus auxilios a
los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo
de la tiranía. Se conservarán en sus empleos a los oficiales de gue-
rra, y Magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezue-
la, y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan
señalados servicios al Estado, serán tratados como Americanos.
Y vosotros Americanos, que el error o la seducción ha extra-
viado de la senda de la justicia, sabed que vuestros hermanos
os perdonan sinceramente y lamentan vuestros descarríos, en
la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables, y
que sólo la ceguedad, e ignorancia en que os han tenido hasta
el presente los autores de vuestras culpas, han podido induciros
a ellas. No temáis la espada que viene a vengaros, y a cortar los
lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdu-
gos. Tendréis una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y