Page 54 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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54  Rafael Ramón Castellanos



                 estaban de moda, considera guerra civil, acogiendo la definición
                 de Vattel, cuando una facción toma las armas contra el soberano
                 para arrancarle el poder supremo o para imponerle condiciones, o
                 cuando una República se divide en dos bandos que se tratan mu-
                 tuamente como enemigos. En cambio considera internacional la
                 guerra, desde que una fracción o parcialidad domina un territorio
                 algo extenso, le da leyes, establece en él un gobierno, administra
                 justicia, y, en una palabra, ejerce actos de soberanía. Y esto fue lo
                 que efectuó Venezuela y ratificó la Gran Colombia. 68
               Cuando decimos reconocimiento no es la exacta interpretación de la
             palabra la que ponemos en el tapete. Sería mejor decir que a raíz de los

             respectivos Tratados de Armisticio y Regulación de la Guerra, el imperio
             español, o la España en la cual emergía el Brigadier General Rafael de
             Riego y Núñez, había dado un paso que ineludiblemente determinaba
             la existencia jurídica de una nación, de un nuevo Estado con el cual se
             hacían tratos políticos. De no haber existido el espíritu de los dos testimo-
             nios de Trujillo, no habría tenido sustento ni corporatura.
               En tal razón España consideraba, aunque de hecho, un conglomerado

             político-socio-económico,  con  la  denominación  de  República de Co-
             lombia. No obstante lo que verdaderamente se interpreta en el Derecho
             Internacional Público como “reconocimiento” de país a país, de entidad
             a entidad, no se mencionó entonces y resultó tardía y erizada de inconve-
             niencias llegar a la formalidad legal. Y aunque como dice el historiador y
             académico venezolano, doctor Tomás Polanco Alcántara:

                   nuestra República había nacido el 5 de julio de 1811 y Venezue-
                 la estaba en el camino de asumir, como asumió su plena y total
                 independencia así también es verdad que para Venezuela era de
                 capital importancia política y jurídica que el país, que por más de
                 tres siglos había ejercido plenos e indiscutidos poderes de sobera-



             [ 68 ]_ Ídem, p. 24-25.
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