Page 52 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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52 Rafael Ramón Castellanos
De los siete lustros que apenas vivió el Héroe es notorio y espectacular
y es dechado para una profunda meditación, que apenas en los trece
años iniciales de su existir es ajeno a la participación activa en las lides,
no sólo en los campos de batalla sino en los centros donde se maneja la
raigambre de una acción peligrosa, pero que con muchos parámetros de
estadista le brindaría a América un rumbo cierto: la diplomacia.
Sobre la radiografía del asunto que dio corporatura jurídica a estas pa-
trias en la historia del Derecho Internacional es bueno que hagamos una
reflexión en cuanto atañe al Tratado de Armisticio que también es de
la conformación ideológica de Antonio José de Sucre, quien lo redac-
tó amparándose en los plenos poderes no solamente para parlamentar
sino para elaborar los basamentos de cualquier acuerdo que tenía en sus
alforjas y que es parte fecunda de la motivación que lo llevó a idear este
documento que no tuvo objeción alguna del Libertador, Presidente de la
Gran Colombia, quien a su debido tiempo como ya vimos, lo ratificó. Y
lo fascinante de este Tratado está en lo que el historiador Ángel Francisco
Brice denomina la fórmula de establecer en el Derecho Internacional
una tregua para ejecutar ciertos y determinados actos que no
se permitiría realizar en el “estado de guerra” sino que en este
caso, y allí la punta de lanza de Bolívar y de Sucre, sabios en
estas manifestaciones, fue para “tratar de negociar la paz, pero
que tenía por base la independencia del país”. 67
Por lo tanto Antonio José de Sucre había traspuesto mucho antes que otros
más, los dinteles de la diplomacia efectiva y consistente y formaba filas en el
horizonte de la meditación contumaz de Bolívar expuesta en la Carta de Ja-
maica y como tal descuella ya como diestro y bizarro parlamentario, experto en
Derecho Internacional. El mismo Brice lo confirma en los siguientes párrafos:
[ 67 ]_ BRICE, Ángel Francisco.- El armisticio de Santa Ana como calificativo de la guerra
de independencia. Trujillo: Imprenta del Estado, 1957, p. 13.