Page 36 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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36 Rafael Ramón Castellanos
Urdaneta (...) abiertamente desaprueba los acuerdos del Congresi-
llo disidente”. 34
Su lealtad es con la patria oprimida y martirizada y con quienes buscan
la derrota de las huestes españolas, no con la división y la anarquía entre las
fuerzas republicanas. Alineado en este crisol de ideas poco después se desem-
peñaría al frente de la Comandancia del Bajo Orinoco y en la Jefatura de la
plaza de la antigua Guayana.
Agrega el historiador venezolano J. A. Cova con un mesurado criterio
de analista que ha estudiado a Sucre como un visionario que “Bermúdez
en sustitución de Mariño es nombrado Jefe de Oriente y el héroe cumanés
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pasa a ocupar la Jefatura de ese Estado Mayor”... . La reacción del General
Mariño es tempestuosa. Después de aquellos días en que aceptó acatar la
jefatura suprema de Bolívar, había tomado un nuevo rumbo el afianza-
miento de su nombradía y el ego lo conducía al usufructo de su dignidad
de Libertador... Libertador de Oriente que él había ganado con sobrados
méritos. Por estas razones discrepa ahora de la acción unitaria que, según su
criterio, entronizaría a Bolívar. Esta es la espina dorsal de su protesta y de
su reticencia. El Libertador le ordena a Sucre imponer la autoridad, lo cual
está a punto de llevar a fiel cumplimiento,
pero Sucre, espíritu contemporizador, inclinado siempre a la
bondad y a la tolerancia, y a quien misericordiosamente ha co-
locado allí el Destino, logra con abundancia de buenas razones,
que Bermúdez interceda ante el Jefe Supremo por aquél que
desde los primeros años de la revolución ha sido compañero
y camarada de ambos. Bermúdez, gracias a las sugerencias de
Sucre, y bajo su personal garantía, arranca del Libertador el per-
dón para el amigo y para el Jefe de los días de Chacachacare...
[ 34 ]_ COVA, J.A.- Sucre ciudadano de América. Vida del Gran Mariscal de Ayacucho.
Buenos Aires: Ediciones Argentinas, 1944. p. 94
[ 35 ]_ Ibídem.