Page 35 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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La dimension internacionaL deL Gran mariscaL de ayacucho 35



             como por sus graneles aptitudes políticas, sus campañas se cuen-
             tan por victorias. Todos sus actos están marcados con el sello de la
             conciliación, de la cortesía, a la vez que por la inteligencia, por la
             audacia, por el valor y por la más inquebrantable energía. En él se
             concentraban las más sobresalientes cualidades de muchos de los
             más grandes militares de América, como lo observó el Libertador.
             La exaltación de los poetas, el entusiasmo y la admiración de sus
             panegiristas han deformado casi siempre la psicología del Gran
             Mariscal de Ayacucho. Porque parece imposible hallar reunidas
             en un mismo hombre, la magnanimidad y la justicia; la inflexi-
             bilidad en el cumplimiento del deber y en el mantenimiento del
             orden y de la disciplina con la tolerancia y la equidad; la represión
             y el castigo de los delitos contra la cosa pública, con la generosi-
             dad y el perdón de los que atentaron contra su persona; la energía
             del soldado con los delicados sentimientos del cumplido caballero
             y del hombre que en la plenitud de su gloria sólo anhelaba las
             dulzuras del hogar. 33
            No cabe duda que este análisis de Villanueva patentizó categóricamente
          la medular faena de Antonio José de Sucre, antes que en la guerra, dentro
          de los parámetros de la más firme manifestación diplomática.

            Es el mediador sin ataduras, aunque no debemos pasar por alto una cir-
          cunstancia que conlleva a reafirmar mucho más el criterio expuesto, pues
          tiene que ver con el hecho por el cual al convocar el General Santiago Mariño
          el Congresillo de Cariaco aquél trataría de minimizar la autoridad del Liber-
          tador, con acuerdos que propendían a relegar al caraqueño a un plano emi-
          nentemente secundario. El historiador venezolano José Antonio Cova hace

          constar que:
               Es entonces cuando Sucre pone en ejecución su acción de prócer
             de la diplomacia, pues ha adivinado la maniobra de Mariño (...) se
             abstiene de tomar parte en las deliberaciones de Cariaco y junto con


          [ 33 ]_ Ibídem.
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