Page 41 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho

La dimension internacionaL deL Gran mariscaL de ayacucho 41

equivalentes prebendas con comerciantes, funcionarios oficiales de las islas
de dependencia europea y hasta con bucaneros en la embarazosa tentativa
de convencerlos que los negocios de armas y pertrechos que se planificaban
y se comenzaban a consolidar no se hacían ya solamente con un partido
beligerante de revolucionarios, sino con una República con puntualizada
corporatura de régimen legal.

Zea, había sido el motor de este desempeño acordado a Antonio José de
Sucre, pues él, al igual que el Padre de la Patria, tuvo siempre la precisión
y el tino de destacar a cada quien en la ocupación en que se presumía que
habría de cumplir a cabalidad el encargo señalado. Es prioritario el criterio
del doctor José Manuel de los Ríos:
La respetabilidad de su carácter, sus antecedentes como hombre
superior le daban ascendiente en todas las situaciones difíciles y
aparecía siempre como mediador. Todas estas circunstancias le die-
ron sobrados títulos para alcanzar recursos en el extranjero, cuando
todo escaseaba en el ejército para continuar la campaña. 44
También se puede agregar la apreciación de la historiadora cubana Mary
Ruiz de Zárate cuando indica, que

Sucre era hábil diplomático con contactos y vínculos en las Antillas ingle-
sas y en la Isla de Cuba. 45
El Libertador le confía al ya General Sucre otra imponderable tarea, pues

¿habría otro militar en esos momentos más capaz que él, o tan capaz como él,
para entenderse con los integrantes de la Legión Británica y conducirlos hasta
San Fernando de Apure? Difícilmente. Sucre había nacido en el meollo de la
diplomacia y la delegación que ahora se le encomienda la ha de cumplir como

[ 44 ]_ DE LOS RIOS, José.- Discurso en el Colegio Médico de Caracas en el homenaje de los
gremios al Gran Mariscal de Ayacucho. (El Cojo Ilustrado Caracas, 1° de febrero de 1895).
[ 45 ]_ RUIZ DE ZARATE, Mary.- 200 años de Antonio José de Sucre, hijo y nieto de cuba-
nos. (En Juventud Rebelde. La Habana, Cuba, 3 de febrero de 1995).