Page 216 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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216  Rafael Ramón Castellanos



               El doctor Laureano Villanueva es concluyente y medular cuando al hacer
             el análisis del comportamiento del general Sucre al final de la batalla de
             Ayacucho escribe que:
                   La vida de los combatientes, y aun de sus deudos, sus propieda-
                 des, sus derechos civiles y hasta su reputación todo ha ido más de
                 una vez a la horrenda pila levantada por los odios y las venganzas
                 de los pueblos y de los partidos... Lo cual demuestra que la Batalla
                 de Ayacucho no es simplemente triunfo material de una fuerza mi-
                 litar, sino la victoria de una civilización más moral que la española,
                 más cristiana y conforme al espíritu de la justicia, más a propósito
                 para fundar el imperio de la libertad... La Capitulación es, además
                 de todo, una obra política. Sucre como todos los hombres de gran
                 talento tenía fases múltiples. Diplomático en Santa Ana de Trujillo;
                 guerrero en el Ecuador y el Perú; hombre de Estado en Bolivia; so-
                 bresaliente entre todos, en la paz y en la guerra, por su previsión y su
                 filosofía. Aborrecía a los españoles, como lo dice a Bolívar en carta
                 fechada en Potosí a 29 de enero de 1825, y sin embargo les concede
                 la vida y la libertad, y los favorece en toda suerte de consideración y
                 garantías, pues como hombre público sabía que no le era permitido
                 fundar la política en sus propios sentimientos, en simpatías ni anti-
                 patías personales, sino en los magnos intereses de la causa que se le
                 encomendaba defender. 304
               Este es pues el ascendiente de un hombre en una circunstancia geopolítica
             para aprovechar enfoques diáfanos y escrupulosos con el fin de humanizar
             la lucha armada. Todo surgió del articulado del Tratado de Regularización

             de la Guerra del 26 de noviembre de 1820. El tiempo se ha encargado de
             perpetuar a Antonio José de Sucre y más aún desde cuando se agigantó so-
             bre pedestal intercontinental en 1895, con ocasión de crearse la Cruz Roja
             Venezolana, ya que se basamenta sobre los textos de la “Doctrina Sucre” y se



             [ 304 ]_ V1LLANUEVA, Laureano.- Una obra política. (En: Antología homenaje, etc., p.
             145-147).
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