Page 220 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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220 Rafael Ramón Castellanos
actividad y trajo a colación dos juicios del escritor francés Eugenio Pelletán,
quien había escrito en su libro Los derechos del hombre, en 1882, que éstos
no pueden depender de las instituciones; éstas no fueron hechas
más que para reconocer y garantir esos derechos. Pueden variar las
leyes según la diferencia de territorio u origen de cada pueblo; pero
los derechos, tan inmutables como la naturaleza humana, no pue-
den diferir por la razón de latitud entre los habitantes de América
y los de Inglaterra. Anteriores o posteriores a toda ley escrita, no le
es dado a nadie crearlos y destruirlos: podemos, sí, negarlos o reco-
nocerlos; pero aun cuando los desconozcamos, no pierden por eso
toda su autoridad. 310
La lucha, en nuestra época, se empeña por ambas partes sin odio, sin
pasión, con una especie de galantería mezclada de irónico desdén. Romped
el fuego, señores, dice uno; No, primero vosotros, contesta el otro. Al fin
de la jomada, el general vencedor, presta cortésmente sus cirujanos al gene-
ral menos afortunado; ambos hacen un cambio de prisioneros, y muchas
veces, sentados a la misma mesa, comen y beben juntos, celebrando con
un brindis su respectivo valor. Concluye el primer Presidente de nuestra
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Sociedad de la Cruz Roja Venezolana con una frase impoluta, fresca y justi-
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ciera: “Enhorabuena la grandeza eterna del Mariscal Sucre. Pero por otra
parte hace constar el citado historiador doctor De Sola Ricardo, que hubo
la mencionada sesión extraordinaria de la Sociedad Venezolana de la Cruz
Roja con el propósito de que el reconocimiento de la Convención de Gine-
bra se haga universal en la América Latina durante el año del centenario del
Mariscal Sucre, como hecho a propósito para perpetuar la memoria de los
elevados principios de caballerosidad p magnanimidad que distinguieron
[ 310 ]_ De un recorte de prensa sin referencia alguna. ¿Acaso de El Pregonero?
[ 311 ]_ Ídem.
[ 312 ]_ Ídem.