Page 147 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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La dimension internacionaL deL Gran mariscaL de ayacucho 147



               las tropas españolas saldrán de dicha fortaleza (de Panecillo) con
             los honores de la guerra, y en el sitio y hora que determine el señor
             general Sucre entregarán sus armas, banderas y municiones... Los
             señores oficiales conservarán sus espadas, caballos y equipajes. 197

            Y así, sucesivamente, cada artículo es un dechado de gallardía, decoro
          y don de gentes. Consagró pues, Antonio José de Sucre “con mano leve
          y gesto humanitario, la filosofía de la generosidad”, para decirlo con el ya
          mencionado historiador ecuatoriano Hugo Alemán. 198
            Pero para hacer aún más trascendental la meticulosidad de sus aciertos

          en el campo de la diplomacia y del entendimiento, llama a los representan-
          tes del clero, que muchos hasta esos mismos días habían defendido contra
          viento y marea la subordinación a la Corona Española. El diálogo da origen
          a una importante ceremonia el 27 del mismo mes de mayo con un solemne
          Tedeum en la Catedral de Quito. El Padre mercedario José Bravo pronun-
          ció una emocionante “oración congratulatoria” con juicios sobrados de op-
          timismo y de reconocimiento, pero por sobre todo dedicándole un espacio
          de alta prioridad al suceso de la Capitulación. Habló así:

               Pero decidme hermanos quiteños, ¿quiénes son los que a fuerza
             de tantos sacrificios nos han proporcionado la libertad que ahora
             gozamos? ¿Quiénes se han encargado de esta grande obra de resca-
             tamos y darnos el título de libres? A vuestra vista están los Genios
             Tutelares, el ínclito General don Antonio José de Sucre, sus dignos
             compañeros de armas y tantos insignes Capitanes; estas almas subli-
             mes han tomado sobre sí todo el peso de una empresa tan difícil y
             arriesgada. Estos varones de misericordia cuya generosidad quisiera
             hacerla conocer a todos los pobladores del universo, han surcado
             los mares, chocando contra sus olas; han atravesado montañas in-
             accesibles, breñas escarpadas, arenales encendidos, hielos rigurosos



          [ 197 ]_ SUCRE.- De mi propia mano, p. 65-67.

          [ 198 ]_ ALEMAN, Hugo.- Sucre parábola ecuatorial, p. 210.
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