Page 85 - Influencia de las mujeres en la formación del alma americana
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en toda pena de destierro seguida de confiscación de bienes la
expulsión de los jesuitas dio lugar a escenas desgarradoras que no
podían olvidarse fácilmente sobre todo en aquella época de exal-
tado sentimentalismo en que la vida entera giraba alrededor de la
iglesia y el convento. Los expulsados eran en su mayoría criollos,
hijos, hermanos y parientes que al verlos embarcar los despedían
para siempre hacia una especie de muerte en donde los esperaba la
hostilidad y la miseria. Era la época negra de la Compañía de Jesús.
De todas partes la rechazaban y el papa iba pronto a suprimir la
orden. Hábiles directores de conciencia como lo han sido siempre,
a la vez que divulgaban la cultura y prestaban todo género de servi-
cios morales y materiales los jesuitas de la Colonia, poderosos por
sus riquezas y su influencia imperaban por completo en el reino
de las almas, en el de las almas femeninas muy especialmente. En
ellas inculcaban la idea inseparable de Dios, Patria y Rey. Estos
tres conceptos formaban un solo credo. La patria y el rey eran
sinónimos de la sumisión a España. Arrojados y perseguidos por el
ministro del rey se disoció la trinidad y cundió en las conciencias la
anarquía del cisma. Por otro lado, acosados por los sufrimientos, los
jesuitas desterrados se acordaron que eran criollos y comenzaron a
ser desde el extranjero los mejores agentes de la Independencia.
Aquí en América, las mujeres seguían llorando en los ausentes a sus
hijos, a sus hermanos y a sus directores de conciencia. Las demás
órdenes religiosas mal preparadas para ejercer la dictadura espiri-
tual por menos sutiles y por ser rivales responsables hasta cierto
punto de la expulsión, no llegaron a ocupar nunca el lugar que
dejara vacío la Compañía de Jesús. Privada de tan absorbentes
directores la piedad femenina sin perder su forma exterior perdió la
rigidez y la austera disciplina católica y española. Salida de su cauce
la religión sufrió la misma transformación que había sufrido la raza.
Ella también se hizo criolla. Ella también se meció en hamaca, ella