Page 113 - Guanipa-Endenantico
P. 113
Earle Herrera
ese papelito liceísta antier, cuando mi amigo se fue a jugar
a otros diamantes y nos lanzó de un golpe a los salones de
los liceos Guanipa y Briceño Méndez, a las pistas de tierra,
a los amistosos de voleibol y fútbol, y a los pasillos donde se
escuchaba un violín registrado por un muchacho llamado
Gualberto Ibarreto.
La vida nos inventa malas jugadas, un bache, un traicio-
nero roletazo que hace “un extraño” en el terreno del campo-
corto y nos corta el alma. Abrazo a Enzo, a Ellys, su esposa y
nuestra amiga, a sus hijas, Ellys María y Janet Virginia. Jóvenes
estudiantes de una década violenta, al encontrarnos también
hablábamos de política, pero eso es otra crónica. Ahora dejo
correr esta lágrima rumbo a un shortstop donde íngrimo, so-
litario, como un saludo, como un adiós, solo veo el guante
mágico de Enzo Hernández.
113